El verano es el periodo por excelencia de sol, buen tiempo, alegría y, por supuesto, piscina y playas. Pero no debemos olvidar que también hay que extremar las precauciones en estos entornos, así como en ríos, lagos y pantanos. La Federación de Salvamento y Socorrismo ha contabilizado, a mes de junio, 107 fallecimientos en España por ahogamientos en espacios acuáticos en lo que va de año. Son 41 defunciones más que en el mismo periodo de 2021, tras un mes de mayo con el mayor número de fallecidos por esta causa desde hace seis años y un inicio de junio trágico: 23 ahogados. Nunca es suficiente, por tanto, la labor de prevención con respecto a los ahogamientos.
Una gran labor con respecto al mismo es la que hace el Guardavidas Cuenca, club que, por cierto, debutó en el Campeonato Regional de Salvamento y Socorrismo en playa con excelentes resultados.
Ester González, originaria de Tarancón, decidió lanzarse al mundo del salvamento a través de su tío José Antonio García, actual presidente del SVAT Tarancón. Hoy día, ella también es presidenta, pero del Guardavidas Cuenca. Seis veranos y cuatro inviernos como socorrista avalan a la joven, que ha estado íntimamente ligada al deporte desde pequeña.
Más allá de los beneficios físicos que aporta esta disciplina, destaca los valores que transmite. Apuntando que cualquier deporte fomenta importantes principios como el compañerismo o el respeto al rival, subraya ese ineludible y añadido componente humanitario que es ayudar a la gente a través del rescate y los primeros auxilios. Y es que, si puede haber algo mejor que hacer deporte, es salvar vidas a través de él.
Más allá de los valores inherentes al deporte, el salvamento tiene ese componente humanitario de poder salvar vidasUNA FIGURA A VALORAR
Es por ello que hay que lamentar que en España no se valore la figura del socorrista como se merece. A pesar de que suelen estar bien formados, no se busca ni se invierte lo suficiente en ofrecer unas condiciones acordes al trabajo que realizan, es decir, responsabilidad máxima -vidas en juego- y muchas horas bajo el sol pendientes de solventar cualquier problema que pueda ocurrir. “Muchas de las playas que hay por el norte, o en el Levante incluso, no tienen socorristas porque el Ayuntamiento no pone el dinero suficiente o porque no se les ofrecen unas buenas condiciones”, revela Ester, remarcando que en algunas ocasiones se opta por contratar a cualquiera que acepte el salario ofrecido.
Peor es el caso de las empresas pirata, tal y como explica la joven. Se trata de cursos exprés que ofrecen un título de socorrista, ya que al entrar a trabajar solicitan uno, pero no existe normativa alguna que regule o delimite quién lo expide. “Sacan casi como por asignaturas los cursos por horas, todo muy comprimido y rápido para que salga más barato. No les interesa formar bien al socorrista, simplemente sacar dinero, entonces sacas profesionales que no están tan formados o mentalizados como deberían estarlo”, explica Ester González.
Ya han llegado a instalarse incluso en Cuenca, donde llegaron hace alrededor de dos años. Anteriormente, esa responsabilidad correspondía al club, que es parte de la Federación, pero la llegada de estos agentes externos han propiciado que los futuros socorristas no reciban la formación requerida para su desempeño. “En un fin de semana te dan un curso casi, y es que en un finde tú no te haces socorrista”, advierte. La nadadora describe que un socorrista debe ser muy responsable y estar en forma, pero sobre todo destaca la fortaleza mental necesaria para llevar a cabo su tarea de manera resolutiva. “Son muchas horas de concentración, de que no se te vaya tu posición, lo que estás haciendo y lo que está en juego”, valora.
EDUCACIÓN NECESARIA
Muchos de estos ahogamientos se deben a imprudencias humanas más que a las inclemencias del agua, que, dicho sea de paso, pueden ser muchas, y más en espacios abiertos. Es por ello que no se puede dejar de insistir en concienciarse de cara evitarlas. En este sentido, Ester recuerda que el medio acuático puede llegar a ser “un entorno hostil” sobre el que deberíamos estar, en primer lugar, más preparados -en referencia a los primeros auxilios-, así como concienciados -aludiendo a valorar correctamente las normas y el entorno-. Es por ello que insiste en respetar las banderas o las señales que informan del estado de la playa o la piscina, así como las normas impuestas por la administración o el socorrista. “Si respetas las normas de tráfico, que ponen que no vayas a 200 por hora, en la piscina y la playa igual. Están impuestas por algo”, previene.
“Queremos concienciar acerca del salvamento en escuelas y piscinas”Hay enseñanzas que deberían ser comunes a toda la población, comenzando por concienciar a los más pequeños. Sin duda, una de ellas son los primeros auxilios. Es por ello que Ester desvela que, desde el Guardavidas Cuenca, se está trabajando en un proyecto para ir a los colegios y a las piscinas municipales dando cursos de socorrismo para dar a conocer el deporte y los primeros auxilios, poniendo la joven en valor esto último como algo vital que todo el mundo debería conocer. “Además, si lo inculcamos en las escuelas, cuando esos niños sean adultos, tendrán una conciencia con el socorrista y con el comportamiento que deben tener en la piscina y en la playa”, aprecia Ester.
No sería la primera vez que se moviliza para bienes comunes de este tipo. Antes de la pandemia, desde Tarancón ya insistieron fervientemente antes de la pandemia para que todas las instalaciones deportivas concurridas contasen con desfibriladores semiautomáticos, conocedora de que en situaciones de este tipo esos momentos de traslado al hospital pueden ser de vida o muerte.
Toda precaución es poca, y fomentar deportes como el salvamento y sus nociones se antoja vital.