Estas Navidades vienen cargadas de deporte a través de disciplinas como baloncesto, balonmano, fútbol, voleibol, golf, frontenis… pero también inclusivas. Es por ello que Amiab Cuenca se ha lanzado a presentar su Campamento Inclusivo Navideño, que se desarrollará los días 28 y 29 de diciembre y del 2 al 5 de enero en horario de 9 a 15 en los pabellones municipales de San Fernando y El Sargal.
Arantxa Granero, responsable de Deportes de Amiab en Cuenca, explica que esta es la primera vez que se lleva a cabo la actividad, y es que este año han hecho un plus de esfuerzo desde la asociación para hacerlo todo más inclusivo. Se enmarca dentro de las múltiples labores que hace Amiab Cuenca en pos de la inclusión tanto social como laboral, sin olvidarse de la parte deportiva, ya que durante el año llevan a cabo su proyecto “Deporte para todos” en el Pabellón Luis Yufera de la universidad, además de otros eventos como la I Carrera por la Inclusión celebrada el pasado mes de septiembre.
Las actividades a llevar a cabo en los que serán bastante variadas, partiendo siempre desde el toque deportivo con distintas dinámicas de carácter lúdico y adaptado para todo el mundo. No obstante, Granero cuenta que habrá distintos talleres para desarrollar habilidades sociales o pintar camisetas, sin omitir tampoco el componente festivo: “Tendrá un toque navideño con actividades de estas fechas con villancicos y bailes, queremos que haya un poco de todo”, declara.
Además del aspecto deportivo, se incluyen actividades navideñas y distintos talleres para los inscritos
LUCHANDO POR LA INCLUSIÓN
Los propios usuarios de Amiab demandaban una actividad de este tipo, ya que son fechas en las que echan de menos no solamente esa rutina deportiva que ya de por sí aporta muchos beneficios, sino que también mantienen ese hábito de socialización muy necesario.
Es precisamente por ello que Granero invita especialmente a las personas sin discapacidad a unirse al campamento, ya que por el momento tan solo están inscritos usuarios habituales de Amiab. “El otro día trajeron a un amigo y la mayoría no tenían discapacidad: ha sido muy bonito ver cómo se ayudan entre ellos y cómo se ponen en la piel del otro”, valora Granero, que desea trasladar la experiencia a esta novedosa iniciativa, ya que más allá del beneficio que puedan llevarse los chicos, cualquier persona puede enriquecerse de los valores que se imparten.
Aunque se trabaja duramente para ello, la responsable señala que a día de hoy falta mucho para alcanzar una inclusión plena. Por el momento, actividades de este calado acercan a las personas con discapacidad a la sociedad que merecen.
