Empezaría mejor Daimiel esta primera semifinal, con unos puntos que tardaban en llegar pero que bien valían un parcial de 0-5 en los dos primeros minutos de disputa. Escaso acierto de La Solana, que apostaba por continuos tiros desde la línea de triple sin que ninguno se materializase en el luminoso. El primero para los solaneros llegaría desde el tiro libre, aunque Rodríguez contrarrestaría con un triple desde el ala izquierda.
En vista de que no conseguía frenar la sangría con el 4-12 en juego, La Solana solicitaba un tiempo muerto para reordenar a los suyos. Lograrían reducir la distancia con un parcial de 5-0 que les metía de nuevo en el partido ante un Daimiel al que le empezaban a temblar las piernas. Se mostraba la otra cara de la moneda, y ahora serían los de Sánchez Martínez quienes pedían un respiro antes de dar por finalizado un ajustado primer cuarto que marcaba 14-13.
Un triple de Castaño tras la salida al segundo periodo marcaba los mejores momentos para La Solana, que seguía distanciándose en el marcador hasta siete puntos arriba. A una constante distancia de cinco puntos, Daimiel trataba de superar a una Solana que no daba opción a que el marcador diese la vuelta.
En el tercer cuarto, llegarían los mejores minutos para Daimiel: Elías, con el 13 a la espalda, comandaba a los daimieleños en la que sería un auténtico recital de aciertos por parte del pívot internacional por Cuba. Consagraban la remontada dibujando el 38-42 a falta de dos minutos de un tercer cuarto que había puesto de pie a toda la afición blanca en el Esperanza Calvo. Borioni aumentaba la renta con un triple, estando particularmente activo en esta faceta que estaba dejando noqueado por completo a una Solana que no podía responder. Diez arriba favorable al Daimiel (38-48) terminaría este tercer cuarto prácticamente intachable por parte de los de Sánchez.
Un bonito “pique” de triples entre Borioni-Muñoz daba la bienvenida a este último tramo en el que Daimiel seguiría varias marchas por encima. 18 arriba se ponían los blancos, que empezaban a ver ganado un partido que muy difícilmente se les podría escapar de las manos ante una Solana que pedía tiempo muerto en un último intento por mostrar una reacción. Con un comodísimo colchón de puntos, Daimiel gestionaría los últimos minutos de manera tranquila para cerciorarse de que el partido no peligraría.
Un 52-73 que valía toda una final para Autocares Rodríguez Daimiel, que se había ganado a pulso ese billete tras una segunda mitad sin ningún pero.