La crisis sanitaria en el mundo por el COVID-19 ha obligado a la población a modificar su estilo de vida por completo. La mayoría de la población sigue el confinamiento y se queda en casa para ayudar a frenar la curva de infectados lo suficiente como para dar un respiro al servicio sanitario ante la rápida propagación de este virus. Sin embargo, en el ámbito equino, poco ha cambiado la fotografía para los trabajadores del Club Hípico Fierro, no así para la situación de este recinto ubicado en Cuenca.
Miguel Fierro, director de este club hípico familiar confiesa que las restricciones por la situación actual de crisis sanitaria “ha tenido consecuencias en el mundo del caballo”. Con la aplicación del estado de alarma todo se paralizó, incluido este club conquense: “cortamos toda nuestra actividad, esto es, desde los caballos de clases de iniciación, los paseos de aquellos que pertenecen a nuestros clientes y los de alta competición.
Sin embargo, tras la presión de clubes y federaciones se han moldeado estas restricciones. “Ahora sólo los jinetes profesionales pueden montar. Todo animal debe tener un mínimo de actividad para su bienestar porque no podemos dejarlos dos meses en un recinto de tres metros por tres y luego echarlos a andar como si fuera un vehículo que le cargas la batería y listo.
Es por lo que los paseos y el entrenamiento continúan en el recinto con severas limitaciones, tal y como explica Miguel. “Los caballos de paseo salen una o dos veces por semana en un espacio donde se les da cuerda o se les suelta; aquellos que pertenecen a socios del club se pasean pero lo hacen como mucho dos por pista, en ese aspecto se ha limitado la presencia de usuarios, también hay que decir que llega mucha menos gente, se nota el miedo y lo que suelen hacer es pedirnos que saquemos nosotros a sus caballos”, confiesa el director del recinto.
“En cuanto a los de competición y salto, salen cuatro días ahora respecto a los seis que lo hacían antes, y sólo dos de ellos lo hacen con jinete”. Esta peculiaridad llega tras la petición de federaciones y clubes para evitar que el parón de actividad repercuta de manera fulminante en los equinos de competición.
“Nos consta que Guardia Civil y Policía Nacional realizan registros para comprobar que los jinetes están debidamente acreditados, es una medida de prevención para evitar accidentes que puedan repercutir en un sector sanitario que está centrado casi por completo en tratar el virus", añade.
En lo referente su actividad como trabajador, Miguel Fierro cuenta que “no ha cambiado demasiado”, puesto que continúa en estos días llevando a cabo su rutina desde primera hora con la alimentación y los cuidados a los animales junto a otros dos trabajadores en el recinto en el que se encargan del cuidado de casi 60 equinos.
“Obviamente lo que sí se nota es que hay mucha menos gente, es una lástima porque antes había siempre mucho movimiento y ahora los caballos nos miran como preguntándose ‘¿me vas a sacar o qué?’, pero luego está otra cuestión que es lo que pasará tras esto, pues no podemos olvidar que ahora la actividad económica está parada por completo y esto no deja de ser un artículo de lujo, nos preocupa lo que pueda con el asunto del mantenimiento de los caballos de los propietarios”.
¿PELIGRA EL CONCURSO HÍPICO?
Otros de las grandes dificultades a la hora de retomar a la normalidad será el nivel de los propios animales. Fierro explica que “esto no arranca de un día para otro, el calendario está suspendido en toda Europa y para volver a competir los caballos necesitan dos o tres meses de entrenamiento y preparación. Si hablamos ya de los ejemplares jóvenes incluso más, porque necesitan correr y saltar y si están parados va a ser muy complicado”.
Preguntando sobre cómo este periodo de adaptación podría influir en la celebración del tradicional concurso de Salto en la Feria y Fiestas de San Julián, el director del club hípico conquense y organizador de la prueba no da nada por sentado: “La verdad hay mucha incertidumbre, no sabemos cuándo acabará esto porque se dice que en verano remitirá el virus, aún queda, pero sí nos preocupa esa preparación de los caballos, por lo que habrá que esperar”.
