Es noticia en Deportes: Rugby Gimnasia rítmica Fútbol Senderismo Voleibol Carreras populares Fútbol Sala Balonmano Patinaje
Patinaje

Cuesta abajo y casi sin frenos

El patinador quintanareño Pablo Soler se consolida en la escena mundial del descenso tras un gran 2024 en el que ha ganado el bronce en los World Skate Games
Cuesta abajo y casi sin frenos
Foto cedida
06/02/2025 - Alejandro del Valle

Dos patines y una larga cuesta abajo es todo lo que necesita el quintanareño Pablo Soler para sentirse vivo. Este patinador, con años de experiencia en distintas modalidades, ha encontrado su pasión en el descenso y se ha colado entre los mejores del mundo con un gran tercer puesto en los últimos World Skate Games celebrados en Italia.

Desde muy pequeño, Pablo Soler ha estado ligado a los patines y ha ido migrando de disciplina: primero empezó con el hockey en línea y más tarde le dio un intento a la modalidad del patinaje de velocidad, más extendido como deporte de élite. De ahí pasó al patinaje urbano, más conocido como freestyle, donde, además de los correspondientes trucos, hacía pruebas como el salto de altura y los derrapes, consiguiendo ser campeón de España en ambas modalidades.

Tras el salto a la universidad, descubrió con un amigo una nueva opción que mezclaba lo que más le gustaba. “Derrapar y la velocidad”, cuenta Soler, que no tardó en enamorarse de la modalidad de descenso –downhill–, que está creciendo notablemente en Europa y Latinoamérica. Su adaptación al descenso se produjo rápidamente, sobre todo por la experiencia que ya acumulaba en velocidad y el derrape. Es por ello que desde un primer momento se lanzó a las competiciones y en su primer Mundial, celebrado en 2019 en Barcelona, obtuvo un meritorio decimosexto puesto.

Cinco años después, y tras no poder ir al Mundial de Argentina en 2022, se ha hecho con un inolvidable bronce. “Fuimos a Italia sin muchas esperanzas porque la gente viene fuerte y entrena todos los días, no esperábamos mucho”, reconoce el quintanareño. Acudía junto a Andreu –seleccionador y campeón del mundo en Argentina– y Miriam Fatmi, quien se enganchó inmediatamente tras adentrarle Pablo Soler en el mundillo del descenso.

 

“La modalidad de downhill mezcla lo que más me gusta del patinaje: los derrapes y la velocidad. Está creciendo mucho en Europa y Latinoamérica”

La modalidad de descenso es un vertiginoso viaje capaz de sorprender a cualquiera por las velocidades que se alcanzan y la habilidad para manejarse en los patines. Según Soler, la clave está en saber cómo reducir los segundos en todo lo posible, comparándolo con los rallies de coches. “Hay que frenar poco y en los sitios correctos, elegir bien el momento, hacer bien la trazada… y echarle huevos”, cuenta entre risas.

También hay que mantener una complicada posición aerodinámica llamada “tac”, la cual comprende estar agachado con una pierna detrás de la otra para que haya menos confrontación con el viento. Sin mencionar, por supuesto, las distintas variantes que se producen a estas velocidades en una carrera con otras personas. “Cambiar tu línea, ser reactivo, si alguien te frena delante… va todo muy rápido”, transmite. De hecho, él mismo alcanzó hace unas semanas los 96 kilómetros por hora.

Este fin de semana recogía en Madrid, más concretamente en la sede del Comité Olímpico Español, su medalla de bronce. Espera que no sea la última que consiga, aunque de momento tendrá que esperar, ya que los World Skate Games se celebran cada dos años y todavía no hay fecha para el 2026. Es por ello que se centra en el Campeonato de España, que tendrá lugar en Cullera –Valencia– del 28 al 30 de marzo.

Mientras tanto, toca seguir entrenando con la máxima ilusión para regresar de nuevo a la máxima escena competitiva.