Tras una semana de parón, la Tercera RFEF vuelve, y lo hace con un plato fuerte que se disputará este sábado 23 de marzo a las 16:30 en el Cerrú: un Calvo Sotelo Puertollano-UB Conquense. Los blanquinegros deberán seguir haciéndose fuertes en un campo complicado para no perder su colchón de puntos al mismo tiempo que dan inicio a una maratón de tres partidos en ocho días.
El Conquense, con 53 puntos, lidera la clasificación del Grupo XVIII de Tercera RFEF, con 4 por encima del Cazalegas. Por su parte, los puertollanenses han dado un paso adelante en los últimos encuentros y han saltado a la zona de playoffs: acumulan tres victorias consecutivas y es uno de los equipos más en forma.
Rober Gutiérrez, técnico de la UB Conquense, augura un choque complicado ante el Puertollano, un equipo “en una dinámica espectacular” que dará lugar a un “partidazo de los que gusta jugar”.
Destaca que el cambio de entrenador –el primero más joven que él al que se enfrenta, añadiendo posteriormente que es una alegría para él que más entrenadores jóvenes tengan estas oportunidades– ha dotado al equipo de empaque y regularidad. “Crean transiciones peligrosas con jugadores rápidos, tienen centrales con poderío… es un equipo muy completo”, analiza Gutiérrez, vaticinando que será un partido con la posesión pareja, que cambiará por momentos y que se llevará quien más acierto tenga en área contraria.
En cuanto al maratón de partidos que le espera al Conquense rechaza buscar excusas, ya que “si hay un equipo que no se puede quejar de eso, somos nosotros”, transmite honestamente el almeriense, haciendo alusión a los medios y la plantilla con gran fondo de armario del que dispone. No piensa todavía en rotaciones, sino que deja eso para el futuro, ya que se quiere centrar únicamente en el partido ante Puertollano, “que hay que afrontar con máxima garantía”. Tendrá que lidiar, eso sí, con las bajas de Pablo Olivares y César Susmel.
Por otra parte, y a falta de 10 jornadas, ya ha llegado el tercio final de temporada y rechaza Gutiérrez el ver estos tres partidos como decisivos, apostando por que los suyos disfruten del día a día. Su preocupación ahora es, transmite, que los suyos no entren “con el piloto automático” pensando que van a ganar sin hacer nada, aunque destaca que el vestuario tiene experiencia a pesar de su juventud y, por tanto, no caen en esos errores.