El Conquense testaba su proyección positiva ante un Azuqueca que aterrizaba en La Fuensanta buscando recuperar la esencia perdida de un idílico inicio de temporada. Un encuentro de rivalidad con el horario especial del sábado por la tarde para evitar así coincidir con el partido del Liberbank Cuenca.
Sin Iván Rubio por sanción, el equipo presentó una propuesta más pobre de lo habitual, donde le costaba generar pero aun así era más asociativo que lo que ofrecía un Azuqueca que se servía del balón alto para inquietar a Isi Jareño. Aun así, los azudenses fueron quienes protagonizaron la primera ocasión de peligro real, con un disparo de Balles que no vio puerta por la acción repentina de Joseja, que apareció poniendo la pierna para desviar la pelota a saque de esquina.
Con toque y paciencia, la ofensiva blanquinegra intentaba buscar el hueco sin mucho éxito, siendo Zequi y Álvaro Ramírez, en incursiones contadas, los pupilos más entonados de Ignacio Alfonso. Fue precisamente el primero de estos quienes dejó la mejor ocasión, con un lanzamiento desde la frontal que sirvió al guardameta rival para dejar una bonita palomita que envío a córner. Con poco fútbol más, el encuentro llegó al descanso sin goles en una pobre primera parte para ambos equipos donde el Conquense sí mereció algo más que su rival por iniciativa.
Con la intención de no repetir los primeros 45 minutos, ambos equipos retornaron a una Fuensanta que esperaba más calidad. El juego de mitad de campo y la ausencia de emoción se rompieron con la aparición estelar, de Javi Sahuquillo para abrir el marcador, por segundo partido consecutivo del Conquense. El central acudió al corazón del área y remató con fortaleza un balón templado a la perfección desde el córner por Héctor Rubio para poner por delante a su equipo a los cinco minutos de la segunda parte.
La acción supuso un revulsivo para los blanquinegros que metieron una marcha más, desconcertando a un Azuqueca que pese a que subió sus líneas para intentar forzar el error de los locales.
Pasada la hora de partido, Ignacio Alfonso movió ficha y metió a Pacheco atrás por Mayordomo y Chaves en el centro del campo por José Vega. Por el contrario posición, Alberto Parras dio entrada a Roberto por Cubas, intentando potenciar el rendimiento ofensivo de su plantel.
Las ocasiones seguían teniendo el color blanquinegro. Chaves tuvo una manifiesta oportunidad de gol al ser objeto de una asistencia a la espalda de la línea defensiva del Azuqueca, pero incomprensiblemente, el jugador recién entrado al campo no atinó a rematar la pelota justo delante del portero rival y con todo para marcar. Poco después, un gran centro de Álvaro encontró a Basi en el área, pero el remate del delantero de la Balompédica salió fuera por poco. Y la tercera, pero no la vencida, fue para Zequi, que tras un robo en campo rival disparó en el balcón del área a las manos de Alan.
Con quince minutos para la conclusión del partido, ambos técnicos agotaron sus cambios, justo cuando el conquense Dani Fernández dio el susto en La Fuensanta con un lanzamiento desde fuera del área que la manopla de Isi Jareño. Fue la antesala del empate del Azuqueca, protagonizado por Balles que bajó una pelota del cielo y cazó al portero del Conquense a la media salida para superarlo con una perfecta vaselina que supuso el empate a uno.
La Balompédica reacción acosando al Azuqueca y tratando de llevarse los tres puntos para sumar su cuarto triunfo seguido. Armando hizo cantar gol a más de uno cuando el delantero mexicano remató en plancha un centro desde el lateral que obligó a estirarse al máximo a Alan, que no llegó a blocar el balón, sin embargo, los guantes del portero frenaron lo suficiente la pelota para que después del bote no continuara hacia el interior de la portería, atajando el guardameta el balón justo en la línea de gol.
El partido murió con un Conquense que pese al empate mantuvo esa línea de tres centrales atrás, pero que lo siguió intentando hasta el pitido final que dejó un agridulce reparto de puntos para los locales. Tras una insulsa primera parte, el equipo tiró de estrategia para ponerse por delante, pero pecó quizás demasiado pronto de querer amarrar el resultado cargando de efectivos la zaga, para que en una jugada aislada el Azuqueca hiciera gala de su efectividad ofensiva.
