Una victoria de garra es la que ha sacado el Conquense DH Juvenil ante el Valencia CF, equipo ya campeón de la liga y gran favorito. 2-1 se han impuesto los blanquinegros con una primera mitad muy seria en la que han hecho valer su gran efectividad de cara a portería. Suman así tres puntos vitales que les hacen salir, momentáneamente, del descenso.
En primer lugar, el partido estuvo precedido por un respetuoso pasillo del Conquense Juvenil al Valencia, ya coronado campeón de liga tras una fantástica campaña. Tomaba la batuta desde el primer momento el Valencia, que avisaba con un centro chut que Manu Corrochano desviaba a córner. Dominador el conjunto che, mimando la bola y embotellando en su campo a un Conquense al que le costaba enlazar alguna secuencia de pases. Volvía a responder Corrochano a un testarazo con muy buena intención de Aimar Blázquez, evidenciando que el combinado valencianista estaba en su salsa.
Pero el fútbol a veces no entiende de “dominios” ni “sensaciones”, así que el Conquense Juvenil, dirigido hoy por los hermanos Rubio, Iván y Héctor, supo sacar petróleo de una de sus llegadas. Un centro de Iván Lorenzo dio en la mano de un zaguero dentro del área: la pena máxima era clara y el conjunto visitante no la protestó. El encargado de materializarla fue Rochdi, quien, con suma sangre fría, definió de panenka para poner el 1-0.
Más del Valencia tras encajar el gol, obligando a Manu Corrochano a marcarse una triple parada ante tres remates a bocajarro, evocando algún ‘qué paradón de Oblak’ entre los asistentes, en referencia a la conocida locución.
Intervenciones vitales que permitían a los blanquinegros seguir vivos para un final todavía mejor: un balón en largo encontró una terna entre Iván Lorenzo, el meta Raúl Jiménez y un zaguero. No hubo entendimiento alguno ni tampoco precisión en el despeje del guardameta, por lo que el beneficiado fue un Iván que se hizo en carrera con el balón a puerta vacía para permitirse el lujo de hasta abrir los brazos y celebrar el gol antes de anotarlo. 2-0 y ni los mejores pronósticos podrían haber vaticinado que este sería el resultado antes de enfilar a vestuarios.
Dio un paso adelante el Valencia en la segunda mitad, embotellando de nuevo a un Conquense que se presentaba en área rival a cuentagotas, aunque tampoco tenía necesidad de arriesgar con dos goles de ventaja en el marcador. Sin embargo, la tónica no era halagüeña, y no tardó en llegar el primero del combinado naranja. Rodrigo Gamón recibía un suculento balón y se giró perfectamente para encarar en el área y definir con un disparo cruzado para el 1-2 en el 63.
Resistía bien el Conquense el arreón visitante, aunque por momentos llegaban aproximaciones peligrosas. En ataque, el campeón liguero concedía poco o nada. Una falta en posición peligrosa ejecutada por Aimar Blázquez se toparía con la barrera, y volvería a tenerla minutos después el ‘taronja’ con un potentísimo disparo en segunda jugada.
El tiempo corría a favor de una Balompédica que aguantaba estoicamente las acometidas del Valencia, viviéndose momentos de mucha tensión en el césped, banquillo y grada, especialmente en el descuento. La victoria valía oro y el marcador no se podía mover por nada del mundo. Supo mantener el tesón el cuadro juvenil del Conquense, que despejó correctamente las últimas intentonas valencianistas.
Gritos de rabia contenida y euforia se apoderaron del campo cuando se señaló el final del partido con un 2-1 que otorga tres importantísimos puntos para el Conquense, que se pone con 29. Empatan momentáneamente al Hércules y superan al Murcia Promises, que jugarán sus partidos esta tarde. Salen así de la zona roja los blanquinegros, lo que les permite seguir soñando de cara las dos últimas jornadas. En la próxima –el 27 de abril, ya que la semana que viene hay parón- se medirán a la UD Alzira, último clasificado, en otro duelo trascendental.