Partido no apto para cardiacos en el Obispo Laplana con un 3-2 que vale oro para los pupilos de Iván Rubio. Dos latigazos de Jesús y un agónico gol de Eric en el 87 valieron para neutralizar a un Alboraya que se antojaba muy complicado. Sale la Balompédica del descenso gracias a estos tres trabajados puntos.
Poco tiempo al espectador le había dado la UB Conquense para sentarse antes de abrir la lata: en el minuto 3, durante la primera internada balompédica en área hostil, Jesús se sacaba de la chistera un auténtico chutazo desde más allá de la frontal del área para batir a José, al que le había pillado de sorpresa el disparo. Inicio inmejorable de los de Iván Rubio, que seguirían ganando enteros en unos minutos posteriores en los que no había ocasiones claras en ninguna de las dos porterías, pero en los que los locales tenían más presencia en campo contrario.
Se complicaba la vida la Balompédica con un balón despejado por Rubén que acababa envenenándose tras un barullo en el área. No tardaría mucho el Alboraya en poner las tablas, y es que en el 17 Martín cabeceaba perfectamente un centro botado por Nacho desde el saque de esquina. Jarro de agua fría para los conquenses, que no iban a arrugarse.
Manifiesta ocasión la que tendría la Balompédica en el minuto 20. Ribas aprovechó una falta de comunicación entre el zaguero y el portero del Alboraya para tocar sutilmente un balón dirigido a puerta vacía. Atento estaba Bartra para sacar bajo los mismos palos lo que habría supuesto el 2-1. Al filo de la media hora, el propio Ribas tenía una excelente ocasión cuando decidía definir de vaselina tras recibir un pase filtrado. Se marchó por encima de la portería por muy poco el intento del joven de poner a los suyos por delante. Antes de vestuarios lo intentaría Cacha tras el rechace de un barullo en el área, pero Rubén estaba muy bien colocado para que el tiro no supusiese ningún problema mayor.
En la segunda parte, Agus infundaría miedo en primer lugar con un potente centro envenenado que obligaba a intervenir José. Minutos después replicaba el Alboraya con un tiro con poco ángulo por parte de Nacho que repelía bien Rubén, cubriendo el palo corto. Minutos de dominio alterno en pugna por ese gol que valía los tres puntos, y el Alboraya le daría un susto a medio Obispo Laplana con un potente testarazo de Bartra a un centro proveniente desde la banda derecha.
Las primeras gotas de lluvia empezaban a caer en el feudo situado en Las 500, como si fuesen a inaugurar lo que sería la tempestad para la Balompédica: el Alboraya pondría el 1-2 en el minuto 70. Un pase largo filtrado a Jacobo haría que el ariete se plantase en situación franca ante Rubén, ante quien definió perfectamente con un potente disparo abajo.
Eso no iba a hacer que el Conquense se viniese abajo, especialmente a un Jesús en estado de gracia: en el 79, en una falta lateral con muy poco ángulo, sacó su lado más ‘Juninho Pernambucano’ para definir con un enorme latigazo por el segundo palo, directo a la misma escuadra. Golazo que le daba alas a un Conquense que seguía con hambre de puntos.
Apretaban los de Iván Rubio en estos minutos con los nervios a flor de piel en los que los choques se acaban decidiendo por detalles. Y el detalle acabaría llegando para poner la balanza del lado de la Balompédica. A dos minutos del final, Rubén ejecutaba un saque de portería que Deyvid peinaría, cayéndole franco el balón a un Eric que definía de primeras ante José para poner un 3-2 que desataba la locura en el Obispo Laplana. Nacho era inmediatamente expulsado tras el gol de los blanquinegros por protestas al colegiado. Con uñas y dientes defenderían los jóvenes esta valiosísima ventaja, que de ningún modo iban a dejar escapar.
El pitido final significaba el 3-2 tras un partidazo que acababa con los puntos quedándose en casa. Partido de madurez, de saber entrar al mismo, de no bajar los brazos cuando la situación es adversa y, sobre todo, de creer. Gran trabajo de la Balompédica, que le pone la guinda al choque con tres puntos que les hacen salir del descenso. La semana que viene lucharán por mostrar la misma actitud ante el Atlético de Madrid.