La Fuensanta sigue siendo una especie de hándicap para sus equipos locales. El gran estadio tuvo una entrada espectacular para arropar al equipo femenino de la UB Conquense en su importante partido ante el CFF Albacete B, pero los tres puntos volvieron a escaparse del campo conquense gracias al gol de la albaceteña Natalia Hernández, que marcó el único tanto del encuentro.
Era una ocasión especial y la afición no defraudó. Multitud de socios y familias acudieron a La Fuensanta que entró en calor con los ánimos desde el graderío para las blanquinegras, que buscaron desde un primero momento la victoria. Sin embargo, el CFF Albacete B estuvo mejor plantado sobre el amplio terreno conquense, muy replegado y aprovechando con peligro las ocasiones en los despistes aislados o los contraataques.
Tras llegar al final de la primera parte con el resultado inicial, Iván Mateo quiso dar mayor ritmo a su ataque con la entrada de Andrea Soriano y María Padrel por Isabel Panadero y María Olmeda. Sin embargo, fue el CFF Albacete B quien dio un aviso importante cuando sobre la hora de partido, un balón a la espalda de la línea defensiva del Conquense dejó a la delantera albaceteña en el mano a mano ante Sheila. Por suerte para la Balompédica, la guardameta resolvió la acción a la perfección robándole la pelota de las botas a su rival.
Pero lejos de convertirse en una acción aislada, ante la espesura del Conquense en ataque, el CFF Albacete B volvió a dar peligro y esta vez sí lo hizo con acierto. En una rotura de líneas, la atacante visitante se internó en el área y, ante la salida de Sheila bajo palos, cruzó la pelota levemente camino a la portería. El esférico pudo ser desviado sobre la línea por la zaga blanquinegra, pero apareció la visitante Natalia Hernández para terminar la acción de su compañera, introduciendo la pelota en el interior y consiguiendo el 0-1 en el minuto 63 de partido.
De ahí al final del choque, el equipo de Iván Mateo se volcó en la portería contraria en buscar el empate con el apoyo de una afición que buscó la celebración del gol ante los constantes acercamientos del equipo, sin llegar nunca a ejecutar una última acción de verdadero peligro. La más clara la tuvo María Pradel, que tras cazar un balón a la línea, escogió hacer una vaselina ante la salida de la portera Aleix Martínez, marchándose el balón por encima del travesaño.
Con el pitido final llegó la alegría de las albaceteñas que sumaron su sexta victoria consecutiva mientras que el Conquense encajó su primera derrota de la temporada. Ahora, las blanquinegras se jugarán todo en los dos enfrentamientos que le restan ante Unión Tomelloso y Alba Fundación C, rivales directos por el ascenso.
