El Conquense cae en un digno partido ante el Deportivo Guadalajara (0-2)
El Conquense afrontaba esta tarde, a partir de las 18:00 horas, un exigente duelo en el Pedro Escartín frente al líder, un Deportivo Guadalajara sólido, que apenas ha concedido errores esta temporada y que solo contaba con una derrota en casa. Desde la novena posición de la tabla, el conjunto blanquinegro veía este partido como un reto y, tal y como prometió su entrenador, Rober Gutiérrez, saltó al césped sin complejos, lo que favoreció un encuentro vibrante e intenso en su primera mitad.
El conjunto conquense salió con valentía desde el pitido inicial, demostrando que no tenía intención de encerrarse atrás. La primera ocasión clara llegó en un lanzamiento de falta que no encontró puerta, pero cuyo rechace permitió a Pablo Olivares enganchar un disparo desde la frontal, que se marchó desviado por encima del travesaño. La ambición inicial de los visitantes se reflejaba en su planteamiento: aunque con una alineación en bloque bajo, intentaban continuamente salir con el balón jugado y generar peligro desde las bandas.
En el minuto 6, el Conquense rozó el gol en una gran oportunidad de Monty tras un saque de esquina, pero su remate se estrelló en el palo de la portería defendida por Amador Zarco.
El Deportivo Guadalajara, algo dormido en los primeros compases, tardó en entrar en el partido, pero cuando lo hizo, mostró su poderío ofensivo. Desde la banda derecha, el líder empezó a generar constantes problemas a la zaga blanquinegra con llegadas peligrosas. En una de ellas, encadenando cuatro ataques consecutivos, el conjunto alcarreño llegó a perforar la portería visitante, aunque el tanto fue anulado por fuera de juego. Esta acción sirvió de aviso para el Conquense, que reaccionó con intensidad y aumentó la presión, dificultando la elaboración del juego del equipo local.
A partir de ese momento, el encuentro se equilibró, convirtiéndose en una batalla en el centro del campo. El Depor Guadalajara encontró en el Conquense un adversario combativo, que sufría en defensa pero que, cuando lograba salir con el balón controlado, generaba inquietud en la retaguardia alcarreña. Fruto de la intensidad del choque, Pablo Olivares y Etxebe vieron tarjeta amarilla en duelos disputados en la medular, evidenciando la lucha constante por hacerse con el control del juego.
Los minutos finales del primer tiempo fueron de ida y vuelta. Cuando parecía que ambos equipos se marcharían al descanso sin más sobresaltos, el Conquense volvió a mostrarse incisivo en ataque. La ocasión más clara llegó con un complicado remate de Pablo Olivares, que, tras superar a Zarco, se marchó desviado por muy poco.
Con todo por decidir en la segunda parte, el Conquense ha dejado claro que está dispuesto a discutirle el partido al líder, ofreciendo una actuación valiente y ambiciosa que mantiene viva la emoción en el Pedro Escartín.
En el inicio de la segunda parte, Rober Gutiérrez movió el banquillo con el objetivo de asegurar que todos sus jugadores terminaban el encuentro en el campo, sustituyó a Etxebe por Luis Castillo.
El Conquense sufrió en los primeros compases de la reanudación con los pases diagonales en la salida de balón. Los jugadores no lograban coordinarse y salían a distinta velocidad, lo que generaba pérdidas peligrosas. Sin embargo, con el paso de los minutos, los blanquinegros fueron ajustando su juego y comenzaban a encontrar opciones en las contras. Esta mejoría se tradujo en situaciones que pusieron en aprietos al Deportivo Guadalajara, como la acción que llevó a Pablo Rojo a ver la tarjeta amarilla tras cortar una clara jugada de ataque del conjunto visitante.
El partido, con el transcurso de los minutos, se alejaba del planteamiento inicial de ambos entrenadores. Rober Gutiérrez, consciente del creciente riesgo de una segunda amonestación, decidió sustituir a Pablo Olivares por Héctor Rubio, buscando mantener el equilibrio en un duelo que se volvía cada vez más vertiginoso.
Ambos equipos trataban de contener las ofensivas rivales y controlar los contragolpes que se sucedían de un área a otra. El Conquense, con mayor movilidad en la transición ofensiva, generó peligro con una de las pocas jugadas elaboradas de la segunda mitad: Sergio Rodríguez desbordó por la banda izquierda y lanzó un centro que la defensa local tuvo que despejar a córner. En el saque de esquina, Amador Zarco despejó de puños en una acción comprometida, pero el rebote favoreció al Guadalajara, que logró salir indemne de la situación.
El Deportivo Guadalajara llegaba con mayor asiduidad al área rival, pero los blanquinegros, con balones verticales y transiciones rápidas, generaban incertidumbre en la zaga local. En medio de este intercambio de golpes, se produjo un hecho inesperado: David Amigo, jugador del Guadalajara que se encontraba en el banquillo, fue expulsado con roja directa tras protestar airadamente una falta cometida por su equipo para frenar una salida de balón del Conquense.
Cuando mejor se encontraba el conjunto visitante, creyendo en sus opciones y controlando el partido con mayor seguridad, llegó el golpe de gracia en el fútbol. En el minuto 90, un córner muy cerrado terminó con el balón en el fondo de la red. El Deportivo Guadalajara se adelantaba en el tramo final, truncando las esperanzas de los blanquinegros.
Apenas unos instantes después, ya en el tiempo añadido, un error en el centro del campo permitió un contragolpe letal del Guadalajara. Krehl, con un remate perfecto, sentenció el partido con el 2-0, asegurando así el ascenso directo de su equipo y dejando al Conquense con la sensación de haber estado muy cerca de un resultado mejor, habiendo demostrado una gran capacidad ante el líder y habiendo jugado un partido muy digno.
La semana que viene se enfrentará al Talavera, otro nuevo reto que deberá solventar en casa.
