Cuenca lleva en Fase 3 desde este lunes, 8 de junio, y en lo que respecta al deporte, supone un paso más hacia la nueva normalidad. Entre las novedades de este cambio de fase destaca la eliminación de franjas horarias para los colectivos, la ampliación de participación a grupos de 20 personas, sin contacto físico y respetando el 50% del aforo permitido en la instalación, además de turnos de acceso y el uso de los vestuarios y zonas de duchas, prohibidos en fases anteriores. No obstante, entre las recomendaciones y posibles preguntas emitidas en Fase 3 por el Ministerio de Cultura y Deporte y el CSD, recuerdan siempre extremar las medidas de seguridad, higiene y desinfección, así como respetar la distancia mínima de 2 metros entre deportistas.
Pero la realidad en el ámbito deportivo conquense está fuera de toda fase. Hace más de una semana nos hacíamos eco de la situación del club de esgrima Espadas Colgadas que solicitaba volver al polideportivo San Fernando para poder entrenar, tal y como estaba ocurriendo en provincias que estaban incluso una fase por debajo de la situación de Cuenca. A esta petición se le unen las de otros colectivos que ya han preguntado la posibilidad de volver a ocupar los espacios deportivos municipales siguiendo protocolos de seguridad facilitados por las respectivas federaciones. Una hoja de ruta que, según los clubes consultados por esta redacción, señalan cómo se debería realizar la actividad en función de sus necesidades y que permite actuar en consecuencia al Instituto Municipal de Deportes, responsable del funcionamiento de las instalaciones. Sin embargo, tras entrar en Fase 3, sólo la piscina Luis Ocaña ha reabierto sus puertas a los usuarios.
El Sargal, Luis Yufera, Fuente del Oro, el campo Joaquín Caparrós, Samuel Ferrer o el polideportivo San Fernando siguen clausurados. Pese a que las temporadas deportivas de muchos clubes ya han terminado, como es el caso de las disciplinas colectivas como el baloncesto, fútbol y fútbol sala o el balonmano, (con lo que la demanda de horas de las instalaciones y en consecuencia las acciones de desinfección y limpieza serían menores), otras disciplinas en la que es evitable el contacto entre deportistas sí han pedido volver a la actividad por el aplazamiento de sus competiciones para el otoño. El esgrima, squash y otros deportes de raqueta bajo techo o incluso la gimnasia rítmica se encuentran en esta tesitura en la que la alternativa pasa por realizar prácticas al aire libre ocupando los parques, como ha hecho el C.D. Huécar dejando una más que curiosa instantánea.
Por otro lado estarían los usuarios de los gimnasios municipales, que también se ven afectados al estar cerrados de igual manera. Mientras los espacios privados de musculación y deporte se han adaptado a esta nueva normalidad con protocolos de limpieza cada vez que se utilizan las máquinas o el material, además de limitar el aforo, los gimnasios municipales siguen sin abrir ante esta "nueva normalidad".
La situación se repite en varios casos. Mientras hace unas semanas, desde el área de Deportes se informó la posibilidad de que ya se podían reservar instalaciones, cuando los clubes han preguntado al IMD, la respuesta ha sido que "desconocían cuando se podría volver a abrir" o "es inviable por la falta de personal" según han declarado las fuentes consultadas por este medio.
Así, la desesperación para deportistas que preparan competición, o simplemente los aficionados a una disciplina en concreto que quieren volver a retomar su actividad gracias al avance de fase, siguen dándose de bruces con las puertas cerradas de los polideportivos y espacios deportivos de la capital.