Piragüismo
El Club de Piragüismo Las Grajas defiende la presencia de palistas en la crecida del Júcar
El Club de Piragüismo Las Grajas ha difundido un comunicado en el que se refiere a la que califica de “polémica estéril” generada el día 21 de diciembre por la práctica de piragüismo de aguas bravas en el río Júcar a su paso por la ciudad de Cuenca durante la crecida.
En el comunicado subrayan la “defensa de una modalidad deportiva, el piragüismo de aguas bravas, que requiere unas condiciones concretas para poder desarrollarse” y recuerdan que “en ríos como el Júcar no se puede practicar con el caudal habitual y menos en los largos periodos de estiaje, lo que requiere aprovechar los momentos de crecida”.
En relación con el 21 de diciembre, aseguran que les consta “que no fue un palista solitario, sino un grupo de cinco deportistas, lo que permitió hacer el descenso del tramo con una seguridad de dos personas en la orilla con cuerdas de rescate más un deportista embarcado al final del tramo para rescatar el material. Dicho dispositivo, habitual en la práctica de este deporte, permitió ayudar al palista a alcanzar la orilla y recuperar la embarcación”.
Desde el club recalcan que el día 21 de diciembre “no había ninguna restricción legal a la navegación por parte de los organismos competentes, como la Confederación Hidrográfica del Júcar”.
“En ningún momento ninguno de los deportistas corrió peligro porque previamente a afrontar el tramo (el canal habitual de entrenamiento de aguas bravas) hicieron una inspección ocular, en la que se vio que no había obstáculos, ni rulos, rebufos o sifones que hubieran podido dejar atrapado a un palista. De hecho, como se ve en el vídeo, en ningún momento el palista es retenido. Evidentemente el tramo urbano de río ofrece mayor seguridad y de posibilidades de rescate que cualquier garganta o cañón de los Pirineos”, apuntan en el comunicado.
Según la nota, “el dominio de las técnicas de autorescate del palista, y de las técnicas de rescate de los compañeros permitieron recuperar todo el material sin ningún riesgo para ninguno de los deportistas y sin requerir ayuda externa. Dicho rescate no aparece en el vídeo difundido, lo cual da una imagen sesgada de los hechos. En ningún momento intervinieron los bomberos, ni la policía… como de forma imprudente se dijo en los medios”.
El club pide una rectificación pública de Maite Espinilla "por el daño causado al honor de los deportistas y a la modalidad de piragüismo de aguas bravas"Por ello, desde el club se solicita “una rectificación pública de Maite Espinilla, que se presentó a los medios de comunicación como delegada de la Federación Castellano Manchega de Piragüismo, por el daño causado al honor de los deportistas y a la modalidad de piragüismo de aguas bravas”. “Sus declaraciones fueron imprudentes y realizadas desde el desconocimiento del piragüismo en general y de la modalidad de las aguas bravas en particular, hechas abusando de un cargo representativo que ostenta por delegación, pero careciendo de experiencia deportiva para realizarlas”, afirman.
Desde el club reseñan que “desde que existe el piragüismo en Cuenca, en cada crecida del río se ha practicado este deporte, mucho antes de que Maite Espinilla supiera siquiera lo que es una piragua”. “Y nunca jamás hubo polémicas. Al contrario, la prensa siempre publicó fotos de piragüistas diciendo que éramos los grandes beneficiados de las crecidas”, añaden en el comunicado.
“La delegada también sugirió que de ser un deportista federado se le podría quitar la licencia, mostrando también un desconocimiento total de la normativa, y además creando un estado de opinión hostil y una alarma desproporcionada”, consideran.
En el comunicado aprovechan también para dar las gracias a Saúl Ares, delegado de Piragüismo Recreativo de la Federación Castellano-Manchega de Piragüismo, “por sus palabras en defensa del honor de los practicantes de aguas bravas ante los medios de comunicación”.