Empate entre el Club Conquense de BIllar 'Casas Colgadas' y el Club de Billar Montcada (4-4) en el encuentro correspondiente a la 4ª jornada de la Liga Nacional de 2ª División de Billar a Tres Bandas y celebrado en la Sala de Billa del Pabellón San Fernando.. Un resultado que los conquenses habrían firmado antes del comienzo, sin embargo, el desenlace del encuentro fue considerado de 'injusto' para los locales que rindieron a un buen nivel y sólo la mala fortuna les impidió lograr el triunfo.
Los locales ofrecieron un buen espectáculo deportivo, dándolo todo para intentar lograr los dos puntos en juego. Javier Mora conseguía los primeros parciales para el bando conquense, tras una trabajada victoria sobre Salvador Lagarda, superando los avatares de una aciaga 1ª mitad (10-12), para sobreponerse, con gran brillantez, en un 2º acto donde una excelente serie de 6 carambolas le catapultó a la consecución del definitivo 28-11 favorable.
Derrota posterior de Francisco Romero frente a Alejandro Buendía, que dejaba en tablas el primer turno de juego entre ambos equipos. Tras el 11-14 en contra del primer tiempo, vino la reacción del alcazareño del “Casas Colgadas”, que consiguió igualar la contienda mediada la 2ª mitad (24-24). Pero ahí se acabó la inspiración del billarista local, que se vio sorprendido y superado en la recta final de un duelo que pudo y debió ganar (25-29).
Exhibición billarística de José Vicente en el inicio del segundo turno de juego, sorprendiendo, en una excelsa 1ª parte, al valenciano Carlos Gª Ciurana (23-15), no dando opción tras el receso a la posible respuesta de su oponente, por lo que los parciales se quedaron merecidamente en casa (40-30).
Gran partido, igualmente, el que nos ofreció Jorge Sánchez ante un rival de contrastada calidad, como es Juan Fraile, quien dominaba tímidamente al descanso (19-21). La reacción de nuestro jugador no se hizo esperar tras la pausa, con un juego brillante y demoledor, que desmontó cualquier tipo de táctica. Pero con 35-28 a su favor, Jorge parece dormirse en los laureles, lo que propicia una lenta pero segura recuperación del visitante, quien acabó adjudicándose el triunfo, no sin algo de fortuna, por 36-40.