Si es un asiduo al balonmano, le reconocerá por esos minutos que preceden a la ensordecedora batalla que es un partido del Ciudad Encantada en El Sargal. Es la inconfundible voz del balonmano conquense y se trata de Carlos Ruiz Massó, nacido en Cuenca –El Pedernoso según su DNI– y criado en Carrascosa de Haro, que hoy ejerce como periodista, locutor de radio, speaker y jefe de prensa del exitoso club de balonmano.
Llegó a la capital conquense con 18 años y estudió Trabajo Social, aunque su verdadera vocación estaba en el periodismo. Es un amante de todos los deportes desde pequeño, y en el instituto era de los que volvía loca a la tele entre canal y canal buscando la sección deportiva de los telediarios. “Era seguidor del periodismo deportivo hasta que empecé a formar parte de él”, narra Carlos, salido de la primerísima promoción de la Facultad de Periodismo de Cuenca.
Siempre ávido, encontró un filón al ver que en Cuenca no se estaba cubriendo toda la información deportiva que los muchos y exitosos clubes y deportistas de la provincia pueden llegar a merecer. Así nació El Deporte Conquense, medio que puso en marcha junto a sus compañeros de clase y que ya lleva más de 10 años cubriendo la actualidad deportiva.
Aunque ya había tenido mucho contacto antes de terminar siquiera la carrera, puesto que viajaba con el Ciudad Encantada para narrar los partidos como visitante. Ha contado y vivido grandes momentos como clasificaciones europeas, salvaciones en la última jornada e incluso el subcampeonato del año pasado, aunque le guarda un cariño especial a la Copa del Rey de 2019 en la que alcanzaron la final. “Lo que te quedan son vivencias como esa. Ya no solo narrarlo, sino vivirlo con toda la gente de Cuenca”, rememora.
Por si asumiese pocos cargos, también se ganó por méritos llevar la voz cantante –literalmente– del Ciudad Encantada. Habitualmente se encargaba Paco Ruiz, y como “nunca me han dado vergüenza las cosas”, tiró de desparpajo para tomar las riendas en un partido contra Puerto Sagunto. “Tuve que presentar desde el micrófono de la Furia Conquense”, recuerda entre risas. Su naturalidad gustó, por lo que le pidieron que siguiera y a día de hoy lleva más de una década. ¿El secreto? “Debe ser algo divertido para enchufar a la gente y a los jugadores, que forme parte del espectáculo que es un partido de ASOBAL”.
Carlos lleva más de 10 años alentando la fiesta en El Sargal como speaker antes de los partidos del Ciudad EncantadaParte de esa diversión son los originales apodos con los que los jugadores saltan al campo, contando que pueden proceder de motes entre compañeros, de la Furia o de él mismo. “Arnau es rápido así que El Avión, Maciel era El hombre tranquilo, Teixeira dirigía muy bien en Huesca, pues El Mago. David Mach, eres portero, la araña… pues ya está, SpiderMach”, enumera entre otros. No es tarea sencilla la de speaker, ya que también debe adaptarse a protocolos muy estrictos en cuanto a tiempo y orden, sobre todo en los partidos de competición europea –en los que además sale del paso ante difícilmente pronunciables nombres de origen esloveno, danés, sueco, suizo…–.
En el horizonte quedan ilusiones como contar un título del Ciudad Encantada, un ascenso del Conquense a categoría nacional o poder cubrir algún Mundial o Europeo de balonmano o fútbol. Aunque los califica como improbables, recuerda que no hay que ponerse límites en periodismo y lanza un valioso consejo para aquellos que quieran lanzarse a este mundillo: “Te tienes que atrever a todo y no conformarte. Animo a que luchen por esta profesión y que tengan paciencia porque es muy bonita”.
Haciendo un símil con sus presentaciones y apodos: Que en la pista salga siempre de titular Carlos “La voz del balonmano” Ruiz Massó.
