Triste adiós en el Rebi Cuenca, que a final de temporada verá cómo su capitán, Nacho Moya, se despide del club y del balonmano profesional. El jugador lo ha comunicado en una rueda de prensa, apoyado por familiares, compañeros, entrenador y presidente, entre otros.
El conquense comenzaba explicando que no ha sido una decisión fácil de tomar, pero estos últimos dos años en los que ha ido compaginando el balonmano con docencia y estudio -amén de los viajes diarios- han sido muy duros a nivel físico y mental, tratando siempre de dar el 100% en cada una de las facetas. Para el extremo, despedirse en el club de su ciudad lo es todo: “Si alguien le hubiese dicho a ese niño que hoy me estaría despidiendo después de 12 años en ASOBAL, en mi casa, y siendo el capitán del primer equipo, pensaría que estaba loco y que no dijera tonterías, pero la vida me ha premiado y doy gracias a Dios por ello”, explica Nacho.
UNA VIDA POR EL DEPORTE
Señalando que el balonmano le ha moldeado tanto en su faceta deportiva como personal, ‘El Profesor’ ha hecho un repaso en el que ha agradecido a cada una de las figuras que le han hecho ser quien es a día de hoy. Desde sus primeros pasos en el deporte como niño hasta su llegada al Puerto Sagunto, Ciudad Encantada, Guadalajara y, finalmente, Ciudad Encantada de nuevo. “Os aseguro que no fue nada fácil llegar hasta aquí, pero la constancia, el esfuerzo y el sacrificio realizado han merecido la pena con creces”, comenta Moya, valorando el hecho no solo de llegar al primer equipo como jugador, sino conseguir ser capitán, lo máximo para un hombre de la casa. Cariñosas palabras ha dedicado también a la afición del Ciudad Encantada, “sin duda, la mejor de todas”, siempre presente en los buenos y en los malos momentos. Hace mención a la Furia, que juega con ellos cada sábado en El Sargal y muchos partidos fuera de casa también. “Nos levantan, nos empujan, nos exigen y son un ejemplo de fidelidad a este equipo”, valora el capitán. Lidio Jiménez -entrenador del equipo- e Isidoro Gómez -presidente del club- han elogiado el compromiso, actitud y dedicación del capitán, lamentando su marcha pero contentos por saber que sigue luchando por sus objetivos.
Tras los comunicados, el club le ha hecho entrega a Moya de un collage con fotos vistiendo la zamarra del Ciudad Encantada, un club al que, como recuerda, ha visto desde chaval, pasando por Primera Nacional, División de Honor Plata y ASOBAL. Sabe que todavía le quedan 10 bailes con el Rebi, y tiene claro cómo quiere dejar al equipo a su marcha: “Nos dejaremos la piel en cada una de ellas, vamos a por el último tercio de competición y a dejar el club y el nombre de Cuenca lo más alto posible. Muchas gracias a todos por acompañarme hoy y hasta siempre”, concluye.
