El último test para el Rebi BM Cuenca en pretemporada se ha saldado con derrota. Un partido mayormente controlado por los de Lidio Jiménez se acabó alocando en el tramo final, con un Alarcos Ciudad Real superlativo en todas sus líneas. Se queda así el Trofeo Ciudad Real en casa de los locales.
Fulgurante inicio de los conquenses, que salieron en tromba para ponerse hasta cuatro goles arriba, lo que provocaba tiempo muerto solicitado por el combinado local. Saldrían más concentrados tras este, llegando a ponerse a un gol (6-7) antes de que Nacho Pizarro aumentase la renta a dos. Con este pequeño colchón, el Rebi fue imprimiendo el ritmo del partido sin problema alguno, con unos buenos Ante Grbavac en portería y Álvaro Martín y Teixeira en sus respectivas demarcaciones.
10-14 llegaba el partido al descanso, sin nada que pudiera adelantar un cambio de tónica. El primero del partido era obra de Nazaré, y mientras que Tekaya dejaba buenas acciones bajo los tres palos. Llegado el marcador al 17-21 tras un auténtico golazo de Arnau, el partido se convirtió en un correcalles que en nada favoreció al Ciudad Encantada, que minutos antes había solicitado un tiempo muerto para frenar una sangría que no iba a parar.
Se le fue la inspiración al Rebi, que se veía superado por todos los flancos ante un Alarcos Ciudad Real al que le salía todo. Del 17-21 se pasó al 26-22: un contundente parcial comandado por Pepe Ruiz y Diego Rueda, pero, sobre todo, por Óscar Ruiz. El meta era un auténtico muro infranqueable en estos últimos momentos, frustrando una y otra vez las tentativas conquenses.
Noqueado, el Rebi hizo algún tímido amago de meterse en el partido, pero el show de Óscar en portería no cesaba, por lo que el marcador al término del partido era de 26 a 23.
Partido para aprender y no caer en los mismos errores, ya que el Rebi lo tenía todo controlado hasta este extraño final. No habrá más margen de error: el próximo domingo recibirán en El Sargal al Bjerringbro-Silkeborg para disputar la Q1 de la Copa EHF.