Gris partido para la Balompédica en su derrota por 1 a 4 ante el CP Cacereño. La solidez defensiva que caracteriza a este equipo se ha resquebrajado hoy con unos balones a la espalda que han pagado muy caros y una rigurosa expulsión que ha condicionado el partido.
Conquense y Cacereño mostraban sus cartas en un inicio de partido en el que el local Pedro Inglés tendría que estar atento para llegar a un providencial corte. Por su parte, el Conquense se iba soltando con el paso de los minutos y probaba fortuna con algunos centros y saques de esquina.
Pediría penalti el Conquense en una acción sobre Caba y Pablo Olivares se animaría minutos después, aunque la más clara para los de Rober Gutiérrez llegaba en una jugada ensayada a balón parado. El libre indirecto acabó con un centro al área que pilló descolocada a la defensa visitante. El remate, de Pedro Inglés, se marchó por encima de la portería y el blanquinegro se llevaría las manos a la cabeza.
El Cacereño no se descolgaba y también tenía presencia en área contraria, destacando un cabezazo que no iría a mayores. Con el partido bastante parado en algunos tramos poco atractivos para el espectador, la primera parte acababa sin mucho más que reseñar.
La segunda parte traería consigo el movimiento que el faltó a la primera: la adelantada defensa del Conquense sufrió a la espalda con un balón en largo que se paseó entre líneas hasta llegar a botas de Christian Martínez, quien acompañó al cuero un poco más para luego definir ante Hormiga con un potente disparo cruzado.
Jarro de agua fría para los blanquinegros, que trataban de responder a balón parado con un centro de Caba que se envenenó para obligar al meta Diego Nieves a despejarlo. Pero la pesadilla del Conquense no había acabado ahí y, de nuevo, sufrirían en un contraataque con un balón a la espalda.
De nuevo, Christian Martínez salió a la carrera y se coló entre Pablo Olivares y Marcos Recuenco, ganando la carrera ante este último. Llegó tarde el central al corte, derribándole claramente por detrás dentro del área y viendo la tarjeta roja,. Totalmente trastocados los planes de los locales, el 0-2 subía al marcador al convertirlo el propio Martínez.
Necesitaba un cambio la Balompédica, que tiró de orgullo para volcarse en ataque y sumar algunas opciones como un zapatazo de Joan Monterde que se marchaba cerca de la portería cacereña. Jairo, recién entrado, probaba con un cabezazo demasiado flojo como para sorprender a Nieves, aunque la mejoría blanquinegra se palpaba.
En este contexto de crecimiento llegaría el gol local: un balón llovido al área iba a ser recibido por Yuya cuando Diego Nieves, que salió a blocarlo, arrolló completamente al nipón, que se dolió en el terreno de juego durante unos minutos. El penalti era claro y el encargado de materializarlo era Jairo Cárcaba, que ponía el 1-2 y corría para sacar de centro lo antes posible.
Soñó el Conquense con la remontada durante un empujón que, finalmente, se disipó con el tercero del Cacereño. De nuevo, la defensa se mostró algo descolocada y céntrica, quedándose clavada cuando un balón raso le llegaba a Martínez en el flanco derecho del área. El bigoleador la puso al centro para la entrada de Carrillo, quien solo tuvo que empujarla para el 1-3.
No pudo ofrecer una réplica sólida el Conquense en estos últimos minutos bastante caldeados en la grada por las decisiones arbitrales. El Cacereño coqueteaba con un disparo desde casi el centro del campo que casi pilla desprevenido a Hormiga, quien tuvo que correr para atrás para atajarlo de manera poco ortodoxa. Con la defensa ya volcada, el cuarto de los visitantes caería, de nuevo, con un contraataque, esta vez culminado por Clausí.
Es la cuarta derrota consecutiva de los balompédicos, que bajan hasta la decimosegunda plaza de la clasificación. Tratarán de retomar el pulso, algo que requieren con urgencia, la semana que viene ante la UD Sanse, rival directo en la clasificación.