Partido sufrido para el Basket Quintanar, que se marchó a la prórroga para poder vencer 84-91 al Jofemesa ADC Boadilla, colista del grupo. Viajaban tocados los quintanareños, que se presentaban con tan solo ocho jugadores, sin poder entrenar dos de ellos durante la semana por un virus estomacal y otro aquejado de unas molestias.
Juan Carlos Navarro, entrenador del combinado conquense, señala que ha sido un partido en el que han sufrido más de lo que tocaba debido, en gran parte, a errores propios, sobre todo en defensa. Ha sido un partido igualado en todo momento, y así lo demostraban los primeros parciales: concedieron mucho ambos equipos, yéndose el partido a 21-23 en el primer cuarto. Poco a poco irían cerrando mejor el rebote los visitantes, saliendo bien con el balón, aunque la efectividad en ataque se veía neutralizada al no poder enlazar un par de buenas defensas que les permitiesen escaparse en el marcador.
Saldrían mejor los de Navarro al tercer cuarto, donde llegarían a establecer una brecha máxima de 10 puntos sobre sus rivales. No obstante, otras malas decisiones en defensa hacían que esa ventaja se viese sofocada minutos después. En el último cuarto, con los nervios a flor de piel, el partido iba empate a falta de escasos segundos. No pudieron aprovechar los quintanareños unos tiros libres para ganar, aunque defendieron bien en la última acción para impedir que el Boadilla efectuase un posible tiro ganador.
La prórroga traería consigo los mejores minutos del Basket Quintanar, que salía enchufado con dos triples y un buen hacer en ataque. El Boadilla, demasiado precipitado a la hora de establecer el empate, no estuvo acertado y tan solo anotó 4 puntos en este periodo. Así pues, el 84-91 favorable al Quintanar campeaba tras el final del tiempo extra.
A pesar de valorar positivamente los dos puntos, Navarro destaca que queda mucho trabajo por hacer a lo largo de esta temporada, haciendo especial hincapié en la defensa.