Tras los terribles hechos sufridos por los aficionados del Liberbank Cuenca en el partido ante el Porto Sofarma, correspondiente a la primera jornada de la fase de grupos de la Copa EHF, el club conquense ha comunicado mediante su gerente, Javier Palacios, que no presentará ningún tipo de queja formal por el tratamiento recibido por los seguidores conquenses en el evento deportivo. Palacios ha señalado que el delegado federativo de la EHF fue informado de las ocurrencias acaecidas y que este informe pasará al órgano europeo. "Una vez ahí ya ellos nos comunicarán si procede una queja o no, mientas lo vamos a dejar a esperar de que nos informe la propia EHF", señalaba el gerente de la entidad conquense.
No han provocado precisamente alegrías las condiciones y las maneras a las que se ha sometido a los aficionados del equipo conquense que se desplazaron a ver el partido hasta Oporto. Samu Ruiz, encargado de redes sociales del club y miembro de la grada de animación de "Furia Conquense", comunicaba a Las Noticias de Cuenca que el trato recibido ha sido desigual ya desde los días previos al choque, cuando el Porto comunicó a través de su web que vendería entradas exclusivamente a sus socios, "esto provocó que muchos de los que iban a viajar a Oporto se echarán atrás, de una previsión de casi 500 aficionados, al final fuimos algo más de 300", señala Samuel.
Una vez allí, saltó la sorpresa aún mayor. Los aficionados que tenían entrada del Liberbank Cuenca fueron sometidos a extrictos controles de seguridad, Ruiz relata que "se cacheaban a críos de 6 y 8 años, mientras que a los más pequeños no se les permitió la entrada en un primer momento. Por otro lado, requisaron todo tipo de objetos de los bolsos de las mujeres como pintalabios, cepillos de dientes y comida que llevaba la gente para el descanso". Además, a la Furia Conquense no se le permitió la entrada de sus tradicionales bombos y trompetas así como banderas que tuvieran un palo con más de 1,5 metros. "Una vez ya dentro del polideportivo vimos que los aficionados del Oporto contaba con sus bombos, sus trompetas y banderas mucho mayores", añade Samuel.
REVENTA DE ENTRADAS A PESAR DEL CONTROL POLICIAL
Otro de los episodios que indignó a los aficionados conquenses y que constata el propio miembro de la Furia Conquense fue la ocurrido con las entradas. Nada más abrir las taquillas del Dragao Caixa, se colgaron los carteles de "billetes agotados", algo que, tal y como se demostró más tarde, era completamente falso, pues el pabellón con capacidad para casi 2200 personas presentaba 1/3 de asientos vacíos. Fue entonces cuando "a pesar de un control policial más estricto que el que tenemos en Turbas, los 'reventas' sacaron dos tacos de entradas de una de las taquillas y ofrecían los pases a 15€, cinco veces el precio marcado", indica Ruiz.
Por otro lado, esto permitió el acceso a varios aficionados del Liberbank Cuenca que fueron hacinados en un espacio minusculo que no fue agrandado a pesar del aumento de seguidores conquenses. Samuel lo resumen en pocas palabras: "En Oporto hay mucha afición futbolera, mucha afición ultra y creían que nosotros éramos iguales y no es así, nuestro comportamiento fue ejemplar y ahí quedan la multitud de mensajes de ánimo recibidos por parte de aficionados portugueses y el hecho de que, al finalizar el encuentro, los jugadores del Porto se acercaran a aplaudirnos, no demasiado cerca, porque los policías lo impedían, al igual que pasó con nuestro propios jugadores cuando se acercaron para fotografiarse con la grada", añade este conquense.
PRÓXIMO RUMBO: RUMANÍA
Tras el mal trago, el equipo ya se encuentra en previsión de ofertar plan de viaje a Constanza (Rumanía), el Liberbank Cuenca jugará allí el 25 de febrero. El plazo para cerrar la petición de entradas para el club visitante se cierra el próximo 15 de febrero, será entonces cuando se publique desde el club una propuesta de viaje para apoyar hasta allí al Liberbank Cuenca.