Derrota para la Balona Conquense, que tampoco ha podido encontrar su lugar en el Cristina Martínez. 0-2 han caído los de Fernando Cuesta ante el Hogar Alcarreño: un fortuito gol precedido por una jugada que tampoco entrañaba un excesivo peligro acabó saliéndolo caro al equipo albinegro, que tuvo alguna oportunidad para marcar. Finalmente, un segundo gol encajado en el 82 acababa con toda esperanza para una Balona a la que se le complica la permanencia,
La primera amenaza del partido la ponía la Balona Conquense, que mediante Marquetes metía miedo: el joven, algo escorado, la tuvo en primera instancia con un disparo raso que obligaba a Iván Escrivá a meter el pie para enviar a córner. Momentos después controlaba un balón llovido y se abría paso entre sus defensores para sacarse una volea demasiado centrada que blocaba Escrivá en esta ocasión.
No necesitaría mucho el equipo entrenado por Carlos Terrazas –mítico del fútbol regional y que ha llegado a militar en Segunda División con el Mirandés- para adelantarse: un balón proveniente desde la derecha en lo que parecía una jugada sin demasiado peligro acabó en gol tras el remate de primeras de Gorka Rojas, que le pegaba de primeras para batir a Milán Kirsanov por su palo izquierdo.
Tras estas primeras ocasiones, el partido atravesaría un tramo bastante seco en lo que a ocasiones de peligro se refiere. Ningún equipo llegaba a inquietar al portero contrario, aunque enfilando ya el final de la primera mitad, sería la Balona quien diese un paso adelante. A través de un centro lateral apunto estaría Adrián Triguero de enchufar un buen testarazo, aunque la mejor llegaría de botas de Sergio Cervera. Un pase filtrado le dejaba solo frente al meta alcarreño, a quien regateó a costa de quedarse con poco ángulo para la definición. Optó por el pase atrás para que un compañero resolviese, pero ya era demasiado tarde: el equipo visitante ya se había rehecho de sobra. Con esta gran ocasión perdida, el partido se marchaba al descanso.
Ya en los segundos 45 minutos, el Hogar Alcarreño –si bien no tenía una excesiva presencia en área conquense- sabía meter miedo en cada llegada. La poca contundencia en el despeje hacía que un balón suelto le llegase a Juan Luque, que con un tiro dirigido al segundo palo obligaba a Kirsanov a emplearse a fondo. La zaga bloquearía el rebote, que le caía franco a Andrei Wolf. Inmediatamente, el conjunto albinegro respondía con un tiro de Ezequiel desde la frontal que se marchaba desviado por poco.
Se volcaría el equipo ‘balono’, que no acababa de encontrar el peligro suficiente como para amenazar con igualar el encuentro. Ezequiel, de falta, se plantaría en una buena posición para ejecutarla, pero el balón no superó la muralla de jugadores alcarreños. El destino sería todavía más cruel para los locales cuando, a balón parado y con un balón llovido desde una falta lateral, encajaban el 0-2 con un bonito cabezazo en el 82.
La derrota suponía que los albinegros se quedaban sin sumar en su vuelta al Cristina Martínez. La semana que viene habrá parón en la Preferente, midiéndose luego al San José Obrero en un precioso derbi conquense que determinará las aspiraciones de cada uno.