La U.B. Conquense despide este 2018 jugando su último partido ante el colista del Grupo III, el CD Castellón, este sábado a las 19:00 horas. El encuentro tiene múltiples factores que lo convierten en un gran escenario que los conquenses esperan que sea una alegría en forma de triunfo antes de irse de vacaciones.
Será la segunda vez que la Balompédica visite Castalia en lo que va de temporada, tras hacerlo en la eliminatoria de Copa del Rey. Un choque que los de Ayllón perdieron por 1-0, pero que, sin duda, merecieron mucho más. A pesar de ello, las tornas están muy cambiadas en este momento. Los balompédicos siguen peleando por afianzarse en el zona segura de la tabla, mientras que los albinegros son colistas con 13 puntos, sólo han ganado un partido, acumulan una racha de tres derrotas consecutivas y han despedido a dos entrenadores (Sergi Escobar y David Gutiérrez) en lo que llevamos de campeonato liguero. Óscar Cano es el actual técnico que en su debut la pasada jornada cayó 2-1 ante el Peralada.
Si algo ha remarcado el técnico Luis Ayllón es que su equipo no debe confiarse e ir a por los tres puntos: “Está claro que el enfrentarte a un conjunto en esta situación es un arma de doble filo, la presión puede provocar errores o despertar a este gigante dormido, pero nuestro partido no puede ser el punto de inflexión”. Ayllón, que cumplirá su último partido de sanción, apunta que “veremos un Conquense similar al del último partido ante el Hércules”, seguramente con Jon Vega cubriendo la ausencia de De Pedro, expulsado en la última jornada.
Por otro lado, el técnico conquense asegura que “la clave del partido estará en los jugadores que incidan desde el exterior y a responder ante el planteamiento de un Castellón, que deberá llevar la iniciativa por jugar en casa, pero que centrará su juego en el balón directo, ya que parece que les cuesta sacar la pelota por bajo en la zona de iniciación”. Un estilo que el Conquense tratará de desbaratar con presión alta y forzando errores del rival.