La pelota no quiso entrar. Se firma "la paz", si es que se puede decir así, entre dos equipos que lo han dado todo por adelantarse en el marcador. Con múltiples ocasiones para ambos equipos se ha acabado firmando el empate a 0 en un partido en el que solo faltó una cosa: la pólvora.
Buen inicio del Manchego Ciudad Real, que salía dominando en su feudo y cargando con el peso del partido en los primeros compases. No obstante, la primera peligrosa llegaría de botas quintanareñas para dar comienzo a un tramo del partido más dominado por los conquenses. Manu Lucas tuvo que sacar una buena mano para atajarle un balón a Megías tras recibir un pase en profundidad desde la banda, aunque no pudo conectar bien el punta con el esférico.
Llegando casi a la media hora, tendría que emplearse de nuevo para enviar el balón a córner tras un disparo lejano. El Manchego también dispondría de alguna ocasión, aunque no tan claras como las del Quintanar. Enzo enviaría un disparo desviado por encima del travesaño cuando intentaba abrir la lata y Jordi Aláez rozó también la gesta con un disparo que se marchó cerca de la escuadra, pero el partido se iría con el resultado gafas al descanso.
Una primera mitad llena de alternativas y con un dominio cambiante, muy disputado en líneas generales. Tan solo faltaba un poco de pólvora para ver el gol que ambos combinados estaban mereciendo.
Saldrían mejor los ciudadrealeños tras el descanso, teniendo la primera con un chut de Enzo, que llegaba muy forzado. Se le sumaría la ocasión de Thomas, que enviaba desviado un disparo desde fuera del área. Al igual que en la primera mitad, el Quintanar acabaría por crecerse tras un tímido inicio. Con presencia en área rival, pero sin pólvora, los de Carlos Gómez rondaban continuamente la portería de Manu Lucas.
No obstante, quien hizo más méritos al final del choque fue el Manchego. Popi obligó a Molina a sacar una mano felina para evitar el primero en el 80, mientras que minutos después estuvo muy bien colocado para blocar sin problemas un cabezazo de Gassama. Tras una tentativa de Popi desde el pico del área que no encontró portería, la última gran ocasión vendría tras una salida en falso de Molina que no se convirtió en gol tras el cabezazo desviado de Edmilson.
Finalmente, y no porque faltaran las ocasiones, el 0-0 campeaba al término del partido. El Quintanar suma así un punto en un campo difícil y, si bien es un pequeño tropiezo en su incesante lucha por el liderato, no es un mal resultado viendo que cualquiera podría haberse llevado el choque. La semana que viene se medirán al Tarancón en un derbi provincial que promete grandes cosas.
