El San José Obrero despide este 2019 con una sensación de jovial alegría ayudada por la gran racha de tres triunfos consecutivos con los que ha llegado el equipo de Las Quinientas al parón navideño.
Hay que recordar que el proyecto del club apostó en verano por dar continuidad a su acuerdo de filialidad con la Unión Balompédica Conquense, tras el cambio en la directiva de la entidad blanquinegra. De esta forma, el Obrero se colocó como una pieza intermedia real entre la unificación de las canteras del fútbol conquense y el primer equipo. A esto hubo que añadir el cambio de técnico semanas antes del comienzo de la competición, al coger Fran García el ofrecimiento de ser el segundo de Ignacio Alfonso. Entonces llegó David Angulo, procedente de un Ciudad de Cuenca CF que había hecho historia la temporada anterior jugando por primera (y última) vez en la máxima categoría del fútbol juvenil nacional: la División de Honor.
"Yo estoy aprendiendo al igual que los chicos, para mí es una nueva experiencia y una nueva categoría", declara Angulo que admite que "hemos terminado muy bien este año, dando con la tecla en algunas cosas y viendo ya un equipo más sólido, que tiene claro a lo que juega, pero hay que saber que estamos en un proceso continuo de aprendizaje, con jugadores nuevos y un entrenador nuevo".
En ese rol de formación de promesas, Angulo no oculta la calidad que alberga su plantilla y que espera que pronto dé sus frutos en el primer equipo: "Tenemos jugadores que pueden dar el salto al primer equipo dentro de poco, que están creciendo. No sólo el caso de Verdejo, que es el más visible por el tema de goles, sino otros nombres como Sergi, Rufo o Diego están cuajando una primera vuelta muy buena. Si llega el día que el primer equipo decide contar con ellos es importante que tengan ese ritmo de competición como en el caso de Javi Pacheco, él ha jugado muchos partidos con nosotros cuando no ha estado convocado con el Conquense. Todo eso tiene un trabajo detrás", explica el entrenador del Obrero refiriéndose a la labor de la comisión deportiva de la Balompédica que reúne el trabajo tanto de los técnicos de la cantera como el de segundo y primer equipo.
SUPERACIÓN ANTE LA DIFICULTAD
Si bien el Obrero cuenta con un total de 24 fichas, las lesiones han azotado al equipo de Las Quinientas esta temporada con fuerza. Tanto en punta como en la retaguardia, las ausencias se ven subsanadas con auténticas reconversiones: "Llevamos toda la temporada con dos mediocentros jugando como centrales, y va dando resultado ya que cada vez encajamos menos, mientras que por otro lado, las bajas de Cristian o Adrián García las solucionamos poniendo a Raúl en una posición que quizás no es la suya de forma natural, pero funciona. En nuestro último partido no pudimos ni completar convocatoria, con la sanción de Cillo, sin Cristian ni Manu lesionados, Pacheco con el primer equipo vino Álex que llegó tras jugar 90 minutos con el Conquense Juvenil. Pese a ello estoy contento con la plantilla que tengo, por esa competitividad que muestran cuando se les da la oportunidad".
Para el próximo año, David espera mejorar los números de esta primera vuelta de su equipo de la que aún falta un encuentro ante la AD Carrión. Un reto que "no será muy difícil, ya que tuvimos una racha muy mala de cinco partidos sin puntuar, con poco que hagamos tendremos mejores números, además hay muy buen calendario y creo que tenemos 3-4 partidos donde podemos seguir sumando, si bien es cierto que con esta dinámica se ve todo de manera diferente", explica.
De esta forma, el Obrero volverá al 2020 en el que además de alegrías deportivas, seguro que le pedirá a los Reyes Magos que finalicen las partes que quedan pendientes del Obispo Laplana de su reforma, como las redes protectoras que rodean la instalaciones (que sustituyen a las antiguas vallas que se derrumbaron por el viento en febrero de 2019) así como una solución a las barandillas amarillas metálicas que rodean el campo que no tiene protección alguna y que han provocado en varios partidos lesiones de jugadores.