El recinto ferial se preparó para vivir la última e intensa jornada de hípica con el Gran Premio de 1,40 metros de altura coronando el día y con tres series buscando al ganador en la bajada de telón de la 65ª edición del Concurso Nacional de Salto de Cuenca.
En el recinto, un ambiente colorido de amantes y aficionados daban vida a la competición. El jolgorio y el trasiego en cada descanso de serie dejaba tras de sí un movimiento importante de aficionados que acudían tanto a las taquillas de apuestas como al resto de puntos habilitados alrededor del todo el recinto para así evitar grandes acumulaciones de público.
Una vez los avisos daban paso a la acción de la mano de jinetes y caballos, la grada enmudecía por momentos para romper ese silencio con un lamento cada vez que algún listón caía golpeado de los obstáculos.
El gran premio con una altura de 1,40 dejó su sello de dificultad ya en la primera serie, en la que ningún jinete pudo completar de manera perfecta el recorrido. Hubo que esperar hasta el segundo acto para que el público estallara con una alegría al unísono cunado Carlos Calvo a lomos de Azellay, ganador además en el tercer día de concurso, completó el tramo con cero puntos.
Con el ambiente caldeado por el imponente sol, la tarde encaminó su última tanda de saltos del gran premio. Los más de veinte minutos de intermedio dejaron paso a la aparición de la maquinaria sobre la pista y un nuevo ir y venir constante de los conquenses a los puntos de apuestas. No era para menos, pues en esta última tanda llegaba el turno del jinete local, Miguel Fierro.
Un total de ocho caballos esperaban en esta última serie en la que se albergaba la gran esperanza para los aficionados para alargar la tarde en el emocionante desempate final, sin embargo, uno tras otro, los recorridos acabaron con un obstáculo derribado. Incluido Fierro con su caballo Ibis, que sufrió la penalización en los primeros saltos. Entonces, el conquense acució el tiempo y consiguió concluir la prueba en 74,15 segundos, poniéndose hasta el momento en cabeza.
No obstante, el penúltimo en tomar la salida, Ángel Cerdido con “Carpe Diem de Baudry” fue el segundo y último jinete del Gran Premio en completar el tramo sin penalizaciones. De esta forma, sólo dos jinetes fueron al desempate, por lo no hubo apuestas en la ronda final.
Ya en el último acto, Carlos Calvo dio el susto cuando una mala medida del trote estuvo a punto de acabar en tragedia, pero en un gran acto reflejo, jinete y caballo lograron saltar con poca distancia el obstáculo siguiente y salvar la situación ante el alivio del público, concluyendo la carrera con 5 puntos.
Acto seguido, Ángel Cerdido con “Carpe Diem de Baudry” logró ser más rápido en el recorrido y, pese a sumar una penalización de 4 puntos, terminó llevándose los 1.500 euros de premio. Segundo concluyó Carlos Calvo con “Azellay” y el podio lo completo Miguel Fierro como jinete más rápido de los que acabaron las series con 4 puntos.
De esta forma, los tres jinetes pusieron punto y final al Concurso Hípico de Cuenca con una sonada ovación y la correspondiente vuelta de honor a la pista, doble en el caso del Teniente Coronel Ángel Cerdido que se erigió como campeón.