La historia detrás del triunfo de Víctor Verdú y el copiloto conquense Alfonso de Miguel es pura superación de obstáculos que ha desencadenado en "una carrera perfecta" con triunfo en la prestigiosa Baja Aragón de este año en la categoría de buggies o SSV. Una victoria que además ha colocado a esta dupla de apasionados del motor como líderes de su categoría en el Campeonato de España, primer paso hacia el claro objetivo de conquista la ansiada corona nacional.
Alfonso de Miguel lleva toda la vida muy cerca de los motores. "Soy de la generación en Cuenca de cuando empezó la mítica Montes de Cuenca, hacia pellas para irme a ver los coches", comenta entre risas. Así, dio el salto a este mundo dentro del equipo de Manolo Plaza en el que hacía labores de asistencia y seguimiento que tuvo años después su propio vehículo de competición. "Corrí durante tres años hasta que tuve que dejarlo por el coste económico que supone, pero nunca me desvinculé de este mundo. Hacía viajes, grupos de 4x4 a Marruecos, etc.". Fue precisamente en una de estas aventuras donde conoció al que hoy día es el piloto que acompaña, Víctor Verdú.
Desde entonces, la dupla Elda-Cuenca comenzó a surcar las principales carreras del panorama nacional. "Nunca había sido copiloto", explica Alfonso, pero al proponérmelo yo aporté mi experiencia. Poco a poco fuimos compenetrándonos mejor y así llevamos ya cinco temporadas". Comenzaron con una Toyota Hilux en la que llegaron a ganar alguna prueba en la categoría T1 como la Baja Almanzora (2018) o la Baja Andalucía (2019) y en esas el piloto levantino compró como inversión un buggie "Can Am". "Su intención era alquilarlo, pero tras terminar en Cuenca con el embrague roto y poco después teníamos la Baja de Extremadura, así que como no daba tiempo a arreglarlo, decidimos probar e hicimos podio, a verdad es que Víctor se adaptó a la perfección y demostró el gran talento que tiene".
Ese fue el inicio de su aventura en la categoría SSV que siguió al inicio de esta temporada en la que en la primera prueba del CERTT, en la Baja Extremadura, ya hicieron podio debido a unos pinchazos que lastraron su suerte final. No obstante, tal y como Alfonso admitía, "no esperábamos tener estos resultados en la Baja Aragón. Para ganar hay que hacer muchas cosas bien, pero siempre hay que tener esa pizca de suerte".
Y es que el pilotaje y la dirección fueron excelentes. Verdú y De Miguel fueron los más rápidos en todas las etapas, llevándose así el título de campeón. "Ha sido algo tremendamente especial, porque uno no va con la idea predeterminada de ganar el rally. El objetivo es ganar el Campeonato de España y eso implica especular, ser más regular y a veces conservar en vez de arriesgar, pero a medida que pasaban los kilómetros, las cosas iban saliendo bien, éramos rápidos, pues crece esa tensión y obviamente quieres alcanzar ese sueño. Cuando llegamos a la meta fue una eclosión de alegría y felicidad para gente como nosotros que llevamos tantos años en esto, porque sabemos lo difícil que es".
CABEZA Y ZAPATILLA
Una de los "mantras" que el copiloto conquense no paró de repetir a su compañero fue el hecho de mantener la cabeza fría en momentos de tanta presión. "Al final, después de tantas carreras creas un vínculo con tu piloto, y es importante gestionar bien la cabeza en etapas largas. Yo soy casi como un psicólogo para él, porque Víctor ha demostrado desde el primer momento un talento para ir rápido y ha ido cogiendo experiencia a base de sinsabores o percances que lo han hecho más fuerte. Por eso le repetía una y otra vez lo de que lo primer era correr con cabeza. Que antepusiese la frialdad y no cometer errores, hablamos de una carrera de muchos kilómetros, a ritmos altos de carrera y en la que en cada curva hay una trampa, por eso tiene más mérito si cabe", explicaba Alfonso.
Tras este hito para la pareja de "El Coche Verde", sobrenombre con el que cada vez se conoce más a Verdú en el mundo del motor, ambos especialistas ya piensan en su próxima cita deportiva que será el 3 y 4 de septiembre en Zuera (Zaragoza), donde tomarán la salida defendiendo el primer puesto de la general.