Lo intentó con todo la Balona, pero no pudo culminar la remontada ante el Cazalegas, coco del grupo II de Preferente. Una primera parte para olvidar condenó a los conquenses, que remaron con todo en los minutos finales pero que se quedaron sin recompensa.
Empezaba el partido con unos primeros acercamientos que no ponían en excesivos apuros a ninguno de los dos metas, aunque sí lo acabaría haciendo el Cazalegas desde una supuesta “inofensiva” distancia en el minuto 12. Tras un robo de balón en campo contrario, el balón le quedó a Diego Prado desde aproximadamente 30 metros, y no dudó un segundo en sacarse un derechazo que se coló por el primer palo.
Mazazo para la Balona, que en los minutos siguientes intentaría equilibrar la balanza sin éxito alguno. Pero el Cazalegas hacía valer su condición de favorito, y a punto estaba Diego Sánchez de poner el segundo cuando Musti salió muy bien para tapar el remate del visitante.
En el 41, poco antes de enfilar a vestuarios, volvieron a golpear los de Martín Pulido. Un error de comunicación entre la defensa y Musti acabó por no hacer que el balón se despejase, por lo que una dejada a Álvaro Gil hizo que este rematase de cabeza a puerta vacía. 0-2 y se tendrían que sacudir ahora de este error de concentración y de hablar.
En la segunda parte, el Cazalegas no levantaba el acelerador. Minuto 58 y le quedaba un balón muerto a Alfredo Ramos, que marcó desde más allá de la frontal del área con un brutal chut que quitó las telarañas de la escuadra. Inapelable disparo y de golazos parecía que iba la tarde.
Cuando todo parecía resuelto, la Balona empezó a dar su mejor versión: recortaban distancias los albinegros en el 71 cuando un centro de Cervera a Raúl acababa en un rechace que aprovechaba Miguel Ángel para poner el 1-3. Se metían en el partido los conquenses, que aún no habían dicho la última palabra.
Se quedaba con 10 la escuadra visitante en el 81 tras la expulsión de Romero, y no tardaría mucho la Balona en sacar provecho de ello: precisamente, dos jugadas después, empatarían. Sería en un saque de banda, cuando un rechace en el área acabó convirtiéndose en un balón franco para Marcos Herraiz, que no dudó en fusilar para poner el 2-3.
La épica no llegaría a producirse, aunque la Balona lo intentó con todo. Chele lo intentó desde lejos con un disparo de primeras que no encontraba portería, animando a los albinegros a seguir. Finalmente, el 2-3 acabaría campeando en el marcador del Luis Ocaña, certificando que los conquenses se quedaban de vacío.
