El Liberbank Ciudad Encantada se ha impuesto con autoridad al Frigoríficos Morrazo en un partido difícil de ver en Asobal por su falta de intensidad y más acorde con un amistoso de pretemporada. Todo ello porque desde el primer minuto, el equipo de Lidio Jiménez fue el dominador del encuentro ante un rival que demostró, a pesar de sus ganas, ser el colista de la clasificación y tener pie y medio en División Plata. Hubo tiempos en los que el Ciudad Encantada sufría en partidos como estos porque también se jugaba puntos de permanencia. Por ejemplo, hace dos años. Sin embargo, algo ha cambiado en este club, en este equipo conquense, que ahora en casa este tipo de partidos se resuelven con una faena de aliño.
El primer tiempo transcurrió como casi todo el partido, sin pena ni gloria. El Liberbank siempre fue por delante en el luminoso, lo haría todo el partido, poniendo una ventaja de tres goles que los visitantes reducían a dos. Si al descanso se llegó con el 13-10 fue por culpa del veterano portero Diego Moyano, un ex del Ciudad Encantada, que frenó en seco el ataque conquense. Como muestra, las cuatro paradas de seis metros en claros contraataques de jugadores corriendo inicialmente desde su propio campo.
La segunda parte fue diferente en cuanto al juego. Los dos equipos dejaron de defender y los goles llegaron en cascada, pero el matiz diferencial estaba en que el Liberbank Ciudad Encantada puso la diferencia en cinco tantos que su rival nunca pudo bajar de cuatro.
A cada gol local, respondían los gallegos y sin mucho tardar. Si en la primera parte, el Frigorífico Morrazo tuvo a Diego Moyano como jugador determinante, en la reanudación fue otro ilustre cuarentón, Muratovic, el que dio una lección de lanzamiento y dirección de equipo, surtiendo constantemente balones, bien aprovechados, a los extremos Vujovic y Jesús Soliño.
Así, entre cinco-cuatro goles, transcurrió una segunda parte en la que pareció que ambos equipos tenían claro quién iba a ganar y tampoco querían implicarse más en defensa. De ahí que los pontevedreses lograran 18 goles cuando en la primera parte se habían quedado en diez. También hay que tener en cuenta que el equipo de Lidio Jiménez, viendo que la victoria no peligraba, dejó reservas físicas para el partido del miércoles, en Pamplona, en la Copa del Rey. Si nos quedó, en los conquenses, las excelentes combinaciones con el pivote Martín Doldán que éste no desaprovecho, logrando 8 goles.
Tras este partido, el Liberbank Ciudad Encantada sigue en su lucha por terminar entre los cinco primeros, a la espera de la visita del Fraikin Granollers el próximo sábado. Antes, vuelta de la Copa del Rey ante el Helvetia con la ventaja de cuatro goles. El Frigoríficos Morrazo demostró el puesto que ocupa y buen prueba de ello es que dos de sus mejores jugadores, Moyano y Muratovic, ya han cumplido los 40 años. La permanencia, por lo visto en este partido, la tienen casi imposible.
FICHA TÉCNICA
33. Liberbank Ciudad Encantada (13+20): Leo Maciel; Dutra (4), Vainstein (3), Martín Doldán (8), Hugo López (3), Rafa López (1), Perovic (5), siete inicial, Kilian Ramírez (p), Canyigueral (1), Óscar Río (3p), Mendoza, Thiago Alves (4), Nolasco (1) y Limonero.
28. Frigoríficos Morrazo (10+18): Diego Moyano; Moisés Simes, Máximo Cancio (1), Gavidia, Cerqueira (1), David Chapela, Potic (4), siete inicial, Salazar (p), Vujovic (5), Rubén Soliño (2), Jesús Soliño (10, 3p), Menduiña (1p), Muratovic (4) y Pablo Castro Chapela.
Árbitros: Álvarez Mata y Bustamante López. Excluyeron, por parte local, a Thiago Alves (2), y Vainstein. Por parte visitante a Gavidia, Cerqueira y Máximo Cancio.
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 5-4, 7-5, 9-6, 11-8, 13-10, descanso, 16-12, 19-15, 23-18, 27-23, 31-25 y 33-28.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 21ª jornada de la liga Loterías Asobal disputado en la tarde de este sábado en el pabellón El Sargal ante unas 1.100 personas. Antes del partido, con todos los protagonistas en el centro de la cancha, árbitros incluidos, el Ciudad Encantada homenajeó a las dos socias más antiguas del club, Matilde López Aguirre, no pudo acudir y recogió el regalo su nieta Paloma Martínez Taravilla, y Manuela Pérez Matesanz.
