El Liberbank Ciudad Encantada ha roto su racha positiva como visitante en esta segunda vuelta al perder 27-21 en su visita al Bidasoa Irún. El conjunto conquense cometió errores claros en el ataque, en los momentos determinantes de la segunda parte que le condenaron a la derrota. Eso sin olvidar la maldición que tiene el equipo cuando pitan los hermanos Jesús y Jorge Escudero Santiuste. Esta derrota impide que los conquenses durmieran este viernes con el tercer puesto en el bolsillo. Habrá que seguir luchando por terminar entre los cinco primeros. Eso será después de Semana Santa porque el próximo Miércoles Santo recibe al Barcelona en El Sargal y eso partido no cuenta.
Hay que añadir que la defensa conquense notó la ausencia de Thiago Alves que, al final, no pudo jugar debido a una infección bucal que le ha tenido de baja toda la semana.
Empezó bien el equipo conquense, poniendo el 1-3 en el luminoso y con varias ocasiones para ampliar el marcador, desperdiciadas por un mal ataque y las paradas del portero Ledó. Entonces llegó la reacción del Bidasoa Irún que en diez minutos logró un parcial de 7-1 que puso el luminoso en un preocupante 8-4 al cuarto de hora.
Con la ausencia de Thiago Alves, la labor de Mendoza era fundamental en defensa. Por eso, cuando el pivote conquense vio la segunda exclusión a los 24 minutos, la preocupación se adueñó del banquillo conquense. Sobre todo cuando en ataque se siguió fallando, con pérdidas y poco acierto ante el portero local que con sus paradas mantuvo la ventaja de cuatro goles, hasta que en los últimos tres minutos, entre leo Maciel bajo palos y Dutra y Colo Vainstein en ataque, permitieron llegar al descanso dos abajo, 12-10, a pesar de que los últimos segundos tuvieron balón para marcar.
Tras el descanso, volvió a tener balón el conjunto conquense para acortar distancias, pero tampoco lo aprovechó. Sí lo haría Dutra, con dos tantos seguidos para poner el 12-12. Volver a empezar.
El partido entró en una gran igualdad, con empates y ventaja local por un tanto, y con varias opciones de los conquenses de ponerse por delante en el marcador que no aprovechó. A partir del minuto 40, el partido empezó a torcerse para los conquenses.
Dos pérdidas en ataque consecutivas provocaron un parcial de 3-0 y el 19-16 en el luminoso. El equipo conquense se fue del partido a lo que ayudaron las decisiones arbitrales, algunas de ellas inexplicables, siempre a favor del conjunto local que aprovechó para irse de cinco tantos, 23-18, a falta de ocho minutos para el final.
Descentrados los jugadores de Lidio Jiménez por las decisiones arbitrales, añadieron claros fallos en ataque que junto con las últimas paradas de Ledó dejaron sentenciado el partido llegándose al final con un 27-21 muy doloroso para los conquenses.
Estadísticas del partido
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