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Versum Nova rinde homenaje a la poesía de Miguel Romero en 'La Memoria del Alma'

Este nuevo grupo, heredero de Sirope de Fa, musica en su primer disco, que se presenta este martes en el Teatro-Auditorio de Cuenca, quince poemas del cronista oficial de la ciudad
Versum Nova rinde homenaje a la poesía de Miguel Romero en 'La Memoria del Alma'
Foto: Saúl García
04/12/2018 - Gorka Díez

El primer libro de poemas del historiador y cronista oficial Miguel Romero, La Memoria del Alma, publicado en 2017 por la Diputación, ya tiene música. El grupo de reciente creación Versum Nova, formado por tres componentes de lo que fue Sirope de Fa (Cristina Feiner Bas, violoncelo, piano y voz; Josema Martínez, guitarra y voz principal; y Daniel Castillo, percusión) ha musicado varios poemas y recogido quince en el disco que al igual que el libro se titula La Memoria del Alma y que será presentado este martes 4 de diciembre a las 19:30 horas en la sala 2 del Teatro-Auditorio.

Poemas como “Costa Rica”, “que estuvimos a punto de retirar y ahora es el que más nos gusta”, “En la primera luna llena del verano”, “El viento de la alegría” o “La mirada del abuelo” forman parte de un álbum en algunas de cuyas interpretaciones han colaborado los coros de alumnos de los colegios de Fuente del Oro (“Con alas”) y Santa Ana (“No huyas del tiempo”), además de una alumna que el pasado año cursaba sexto de Primaria en el Fray Luis de Léon cuya ilusión es dedicarse a la música como cantante y pone voz a “La madre”.

Grabar el disco en los estudios de Daniel Castillo ha sido, reconoce Cristina, “toda una experiencia con la que hemos aprendido muchísimo” y que además tendrá su continuidad, pues de hecho avanza que ya han empezado a trabajar en los versos de otro poeta castellano-manchego.

Cristina, que ha puesto la música a doce de los poemas de La Memoria del Alma (los otros tres son de Josema), considera que la poesía de Miguel Romero tiene algo “especial. Es leerlos y que la música fluya. Tienen una música interior y una vez que das con ella no la puedes cambiar ni aunque vuelvas al poema pasado un tiempo. Y eso que junto a sonetos tiene también versos tanto largos como cortos, muy diversos, pero todo con su música propia”.

Componer música para poemas es algo que Cristina, pese a llevar ya cuatro décadas tocando el piano, no empezó a hacer como quien dice hasta hace un par de años, cuando se adentró en la poesía de Gloria Fuertes para conmemorar, junto a Sirope de Fa, el centenario del aniversario del nacimiento de la poeta madrileña, todo un referente en la poesía infantil. Pero ahora es algo que le tiene enganchada. “Me ayuda a activar parte de mi mente. A veces tienes que hacer un encaje de bolillos que me parece superestimulante, porque lo que no hacemos es repetir partes del poema segun le venga bien a la melodía, sino que los cantamos como si se leyeran. Cuando llevas un tiempo sin hacerlo te oxidas, y tienes que volver a empezar desde abajo, para calentar, pero una vez que te activas puedes sacar de una sentada seis temas en un rato”.

Y eso que el proceso de composición es complejo. Cristina primero graba una melodía en su móvil y después la escucha y le pone la partitura, el ritmo, la armonía. Y después llega el momento de compartirlo con sus compañeros y darle entre todos una nueva forma abierta no obstante a nuevos cambios antes de entrar al estudio de grabación. De hecho, muchos de los poemas que conforman este disco ya han sido presentados en público con el fin de “airearlos” y buscarles su mejor versión, “porque a los temas hay que dejarles que respiren y anden por sí mismos por el mundo: así es como cogen cuerpo”.

Y ahora es el momento de presentarlos en su versión definitiva al público, que a su entender es lo que da sentido a la composición. “Hacer música para que nadie la pudiera escuchar sería frustrante”, dice, convencida de que el sentido de la composición es mostrar y, sobre todo, compartir.


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