DIPUTACIÓN CUENCA CIRCUITOS
Es noticia en Cultura: Cine Radio Kolor Cuenca SMR Cuenca Estival Semana Santa 2025 Estival Cuenca
DIPUTACIÓN CUENCA FERIA DEL LIBRO

Teresa Panza, la campesina que se enamoró de Cervantes

Teresa Panza, la campesina  que se enamoró de Cervantes
10/10/2015 - G. D.

¿Y si Sancho Panza hubiera tenido otra hija aparte de Sanchica, que se hubiera llamado Teresa y se hubiera enamorado de Cervantes?

Es lo que propone Paco Arenas, conquense residente en Valencia, en su libro ‘Los manuscritos de Teresa Panza’, publicado recientemente por Hades Editorial, y del que ya se ha hecho una segunda edición.


Se trata de una obra ambientada en Pinarejo, localidad natal de Arenas y “por donde es seguro que Cervantes pasó”, narrada en primera persona al modo de ‘El Quijote’ y del castellano del siglo XVIII, “aunque adaptado”, que transcurre entre la publicación de la primera y la segunda parte de la obra universal.


“Cervantes ya ha escrito la primera parte de la obra, pero quiere escribir una segunda. Como Don Quijote ha muerto necesita de la colaboración de Sancho, en cuya casa se aloja y es cuando conoce a esta muchacha, Teresa Panza, una joven de 16 años, campesina. Su mayor obsesión es aprender a leer y a escribir y ve la oportunidad de aprender a través de Cervantes, que entonces ya tenía 60 años pero de cuyas palabras y de cuya voz se enamora”, cuenta Arenas.


La historia está ambientada en unos tiempos en los que “la cultura está vetada para las mujeres”, por lo que es especialmente destacable ese “empeño” de Teresa por no resignarse y tener acceso a ella, por aprender a pensar por sí misma y escribir.


La novela arranca con un primer manuscrito escrito por Teresa de joven y otro fechado cuarenta años después, cuando ya tiene 70 años y es una mujer culta y liberada, a la que “ya no le importa lo que puedan pensar los demás sobre ella”, lo que le permite “dar rienda suelta a sus amoríos, a pequeños secretos que había guardado en todo ese tiempo, entre ellos una historia que tuvo con Cervantes donde no faltan el erotismo y el humor”. 


Y a ello hay que sumar dos partes más de la novela: una supuesta a carta al vicerrector de la Universidad de Cuenca en la que Paco Arenas ofrece los dos manuscritos escritos por Teresa y un relato en el que el propio Arenas cuenta cómo los encontró.

Arenas, que recientemente presentó su novela en Pinarejo, se muestra bastante satisfecho con la repercusión que está teniendo su obra, sobre todo siendo, como él mismo reconoce, “un autor desconocido”.


Retorno a la escritura

El suyo es, desde luego, un caso curioso: autodidacta, sin formación académica (“con 13 años subía maletas en un hotel”), en su juventud escribió mucho y con 26 logró colarse entre los finalistas del Premio Nadal, pero después de que ni ganara ni le publicaran la obra optó por dejar de escribir “totalmente”; por la decepción y porque “tenía que comer”. Montó un bar que le requería “catorce horas diarias” y enterró su sueño hasta que hace unos cinco años, con los 50 ya cumplidos, tras verse obligado a cerrar el bar se encontró con tiempo libre para retomar su antigua pasión.


“Al principio volví a leer, sobre todo libros de historia, y en los últimos tres años he vuelto a escribir, sobre todo animado por mi hija, publicando algunos artículos de opinión en medios digitales, obteniendo un segundo premio en un concurso de relatos contra la violencia machista y escribiendo otra novela que he presentado a un premio importante que no voy a ganar. Me conformo con que me la publiquen”, cuenta.


Asegura que retomar esta actividad no le ha costado ningún esfuerzo, sobre todo porque “lo hice sin ninguna pretensión, aunque cada vez la gente me ha ido animando más a medida que he ido haciendo cosas”.


Escribir le ayuda, dice, como “evasión para no pensar en la actual situación que sufrimos en España todos los que estamos en el paro, como es mi caso, que con 55 años llevo dos y medio también sin ni siquiera prestación. Busco trabajo y no encuentro. Todos exigen experiencia, y yo la tengo, pero cuando digo los años no cumplo sus expectativas. Así que la escritura me ayuda a sobrellevar esta situación”.