‘Sonidos del Huécar’ rememora los festejos taurinos de antaño en las hoces
La composición musical ‘Sonidos del Huécar’ fue estrenada el sábado 24 de agosto de 2024 en el Concierto de la Banda de Música de Cuenca en el Parque de San Julián, con motivo de las fiestas del Patrón de Cuenca e interpretado en algunas faenas de la feria taurina, así como en el Concierto de la Noche del Patrimonio en la Plaza de la Merced, el 14 de septiembre y en una de las actuaciones de la Banda en los días de San Mateo, bajo los arcos del Ayuntamiento.
El compositor es el joven saxofonista José Aguilar González (16 años), que estudia quinto de profesional en el Conservatorio de Cuenca junto a sus estudios de saxofón, y tiene en proyecto ampliar sus conocimientos de composición para seguir creando obras musicales, y entre ellas una marcha de Semana Santa.
El título de este pasodoble taurino, compuesto por José Aguilar González (Pepe Aguilar), con vivencias y miradas a la hoz del Huécar, desde su casa en Tiradores Bajos, arriscada al Cerro del Socorro, viene a rememorar aquellos “sonidos del río Huécar” en días de toros en Cuenca en los siglos pasados, recogidos en romances, escritos y pinturas. Varios de estos textos antiguos se recogen en la Biblioteca Nacional y en otras publicaciones, como la titulada “Fiestas de Toros en el coso del Huécar”, de José Luis Muñoz (2012).
LA BIBLIOTECA NACIONAL SOBRE EL HUÉCAR
Juan Bautista Justiniano, 1625: “Relación verdadera en la que se da cuenta de la manera que en el río Huécar de la ciudad de la Estrella, por otro nombre llamada Cuenca, se corren los toros fuertes de la sierra y la desgracia que en ellos muchas veces suceden… (verso). Cuenca, 1625. Con licencia de Domingo de la Iglesia. 16 hojas en cuartilla.
…En Huécar, río en fin tan celebrado
cercado de peñascos poderosos,
que parece su espacio levantado
con sus despeñaderos temerosos,
caso imposible, pero bien mirado
por tener los caminos peligrosos,
correrse toros fuertes de la sierra
en este río donde dan tal guerra…
“Romance a la fiesta de toros que la ciudad de Cuenca celebró el día cinco de septiembre deste año de 1685, en la traslación de su Patrón San Julián Obispo, en un certamen de toros que el día seis se corrieron en el río Huécar… “ Descriuialo un sugeto muy erudito”. 5 hojas en cuartilla, 1685.
EL CUADRO DE GARCíA SALMERON EN EL MUSEO DE RONDA
Como queda reflejado al hilo del pasodoble “Sonidos del Huécar”, correr toros en Cuenca era una costumbre tan arraigada en nuestra ciudad, que cada 21 de septiembre, y tres días antes, se corre la vaquilla enmaromada por las calles del Casco Antiguo en conmemoración de la Reconquista de Cuenca por el rey Alfonso VIII en la citada fecha de 1177, fiesta cívico-religiosa regulada por el histórico Pregón de Don Busto y Villegas, corregidor de la Ciudad, en 1581. Pero al margen de esta celebración matea, la ciudad de Cuenca celebró diversos festejos taurinos en siglos pasados en distintos escenarios, en las riberas de los ríos Huécar y Júcar, de manera especial en los predios del pequeño río que baña las huertas de la Hoz del Huécar.
Distintos autores se han hecho eco, de manera especial de la Fiesta de toros celebrada en 1642, con motivo de la visita a Cuenca del rey Felipe IV, que figuró en un cuadro pintado por Cristóbal García Salmerón.
Escritores como Florencio Martínez Ruiz, Sonia Casal Valencia (en un amplio trabajo en la prestigiosa revista “Atrio”, con el título “Una fiesta de toros en Cuenca. El cuadro que pintó Cristóbal García Salmerón para el rey Felipe IV” ); Heliodoro Cordente en su “Tauromaquia Conquense”; José Luis Muñoz (“Fiesta de Toros en el coso del Huécar”) y Federico Muelas en la revista “El Ruedo” en 1956 (“Corrida anfibia en el Júcar”, 1642), han tratado estos festejos, amén de la relación citada de la Biblioteca Nacional. El cronista Federico Muelas insiste en que el festejo taurino que presenció el rey Felipe IV en 1642 se desarrolló en un espacio del río, frente a la Fuente del Abanico, “pues aún se aprecian claramente en las rocas las rozas para instalar el paleo regio”.
El óleo sobre lienzo titulado “Corrida de toros en Cuenca. Anónimo (h. 1661)”, que acompaña estas líneas, captado graficamente por Rubén Navarro, se encuentra en el Museo Taurino de la Real Maestranza y Caballería de la ciudad hermana de Ronda, que ofrece la siguiente leyenda al dorso:
“Corrida de toros en Cuenca. (h. 1661). Óleo sobre lienzo. De Gaspar García Salmerón, natural de Quenca al feliz nacimiento de Carlos segundo está dedicada esta corrida de toros celebrada en Quenca”.
“Según se sabe por el presbítero Ivan Justiniano, los caballeros conquenses en el siglo XVII bajaban a las playas del río Huécar, que se distingue al fondo del cuadro, a comer y lidiar toros”. (También está traducido al inglés).
Es obligado señalar que Cristóbal García Salmerón (el nombre de Gaspar puede ser una confusión) falleció en 1673, según el amplio estudio de Sonia Casal Valencia, doctora en Historia del Arte, y el cuadro referido está fechado en 1661, año del nacimiento de Carlos II. Sea lo que fuere, la pintura nos muestra cómo eran aquellos festejos taurinos en la Cuenca de siglos pasados, en fechas excepcionales o por las fiestas de San Julián, como se hizo en 1595 y 1695, como bien recogen el archivero Miguel Jiménez Monteserín y la Biblioteca Nacional, con autores como Joaquín Anaya, Fernando Avilés y Antonio del Castillo, además del Romance de 1685 patrocinado por el licenciado Don Diego Maldonado de León.
ARCHIVO DE LA CATEDRAL. FIESTAS TAURINAS
En el muro de Facebook de la Catedral de Cuenca, y en la sección “Descubriendo el Archivo” se publicó en los días de San Mateo de este 2024 un Documento o memorial “que recoge todas las fiestas taurinas que se celebraron entre los años 1626 y 1735 en la ciudad de Cuenca y en las que el cabildo participó activamente con aportaciones económicas.
De todos los acontecimientos taurinos registrados, destacan especialmente los que se realizaban cada año en septiembre durante las fiestas de San Julián en la Plaza Mayor y para los que el cabildo se construyó una balconada en unas casas cercanas a la catedral para poder asistir”.
“Sin embargo, existían otros acontecimientos taurinos que también eran frecuentes y que nos llaman la atención, como era la suelta de toros en el Campo de San Francisco durante las fiestas de San Roque (16 de agosto) o los “toros en el Huécar” que se corrían en el mes de junio”.
No obstante, además de los actos taurinos habituales, también aparecen en el memorial otros más esporádicos y puntuales. Por ejemplo, se nos relata que el 19 de enero de 1650 se compraron unos toros que “se corrieron en la Plaza por la Reina, digo por el casamiento del Rey” y se convidó a los asistentes a “confituras, aloja, agua de canela y dulces”.
Otro ejemplo es el 9 de diciembre de 1683, cuando se celebró una corrida de toros “por el buen suceso de las armas imperiales contra el turco”; es decir, para festejar la victoria imperial durante el asedio turco de la ciudad de Viena en el mes de septiembre de dicho año. Son solo unos ejemplos, pero hay muchos más”, señala la nota del Archivo catedralicio respecto a los festejos taurinos que se celebraban en la ciudad de Cuenca en siglos pasados.
Por ello este pasodoble “Sonidos del Huécar” de Pepe Aguilar González viene a poner la melodía musical marchosa y de requiebros de aquellos bulliciosos ecos taurinos de antaño en las hoces del Huécar… y del Júcar.