
La Semana de Música Religiosa de Cuenca (SMR) cierra con un balance muy positivo su 62ª edición, celebrada con el título “In Via”, con propuestas artísticas de "altísimo nivel en un recorrido musical y emocional que ha tenido muy buena respuesta".
Así lo indica Andoni Sierra, director artístico del festival, quien defiende que el nivel artístico de todas las citas ha sido "extraordinario" y la respuesta del público "magnífica”.
A lo largo de estos días, la música de diez siglos de historia ha creado un trayecto sonoro en torno a la idea del camino en su sentido más amplio y profundo, generando encuentros memorables entre intérpretes, público y los espacios del patrimonio cultural conquense donde se han desarrollado conciertos y actividades paralelas.
La mayoría de los conciertos han registrado un lleno absoluto, varios con entradas agotadas semanas antes, confirmando la buena acogida y una vuelta al interés que la SMR despertaba en tiempos pasados.
En total, cerca de 6.000 personas han asistido a las diferentes citas, lo que supone un aumento de casi un 20% con respecto a la edición Lux de 2024.
El programa de este año ha ofrecido un equilibrio entre grandes obras sinfónico-corales conocidas y propuestas menos habituales, pero de grandísimo valor artístico. Desde el excelente concierto inaugural de las prestigiosas voces de Tallis Scholars, con su tributo al V Centenario de Palestrina y su emotivo regreso a una Catedral repleta, hasta el estreno absoluto de la obra encargo Via Crucis del compositor conquense Manuel Millán, interpretado con gran intensidad por la ORCAM, la SMR ha sido escenario de momentos musicales de enorme profundidad y emoción.
La recuperación histórica de la música de Santiago de Pradas en diálogo con el Requiem de Mozart ofreció una mirada necesaria al patrimonio musical conquense con un resultado memorable que regaló una gran ovación a la Orquesta y Coro de la SMR. El imponente Israel en Egipto de Händel interpretado por una agrupación referencial como Armonico Consort, puso el broche a los conciertos en el Auditorio con gran fuerza y esplendor.
La mejor música sacra también ha vuelto a visitar Arcas, Alarcón, Belmonte y Cardenete que acogieron grandes interpretaciones con masiva afluencia de público en estos escenarios de gran relevancia dentro del patrimonio cultural de Cuenca.
Las actividades de la SMR Abierta, patrocinada por Globalcaja, han vuelto a acercar la música a colectivos que no suelen disfrutarla y ha vuelto a poner en valor el talento de los alumnos del conservatorio Pedro Aranaz.
Se han vivido conferencias y jornadas de reflexión artística muy interesantes. La doctora y divulgadora musical Maria de Ser ha deleitado al público con sus conferencias previas a los conciertos y el segundo Espacio de música y pensamiento, organizado junto con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha contando con ponencias del más alto nivel alrededor de la obra de Gustavo Torner.
Uno de los ejes de esta edición ha sido precisamente el homenaje de la SMR a Gustavo Torner en el año de su centenario. Se le ha dedicado un concierto y cuatro citas en su museo que se han convertido en experiencias realmente conmovedoras para quien tuvo la fortuna de asistir a alguno de estos recitales de nivel fuera de lo común. El público aún recuerda sobrecogido a los belgas Het Collectief y su interpretación de la música de Messiaen o a las voces del conjunto Concentus König con su sobresaliente Pasión según San Mateo de Schütz en la mañana de Viernes Santo, al Bach de Cuarteto Iberia o el concierto de clausura con una actuación inconmensurable de Hiro Kurosaki e Ignacio Prego.
Asimismo, han sido muy reseñables los conciertos celebrados en la Fundación Antonio Pérez, con entradas agotadas, que han recordado la figura de Antonio Pérez como esencial para la vida cultural de Cuenca.