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Crítica de cine

'El secreto de Marrowbone',  el padre cruel de los otros

Crítica de cine 
'El secreto de Marrowbone',  el padre cruel de los otros
05/11/2017 - Pepe Alfaro

El cine comercial actual, tanto procedente de la gran industria norteamericana o de la mucho más modesta producción española, es consciente del género predilecto por los espectadores, consistente en una mezcolanza de terror psicológico, drama y romance, todo ello aderezado con ciertas dosis de lirismo y envuelto en una melodía que se empeña en amplificar los puntos de emoción narrativa de forma un tanto artificiosa, pero que funciona como un diapasón bien sincronizado.

Este es el contexto elegido por Sergio G. Sánchez, guionista de 'El orfanato' y 'Lo imposible', dos de los mayores éxitos del cine español, para debutar detrás de la cámara. De alguna manera, Juan Antonio Bayona le devuelve el favor produciendo 'El secreto de Marrowbone', una historia ambientada en una solitaria casona en medio de la América rural y profunda hace casi cincuenta años. Hasta ese ignoto lugar llegan una madre y sus cuatro hijos huyendo de un pasado familiar que se intuye especialmente desventurado y trágico.

Desde los primeros compases la acción se gangrena y apenas desarrolla poco más de una notas superfluas desprovistas de emoción, de lirismo o de simple efectividad narrativa. Además le falta atmósfera, un aura especial y característico para disfrazar y definir el tono y el ambiente. El film carece de alma, se torna puro artificio y los personajes se transforman en sombras sin vida, nunca mejor dicho. Lo que podría haber sido una morbosa historia sobre los lazos familiares y la imposibilidad de romper las raíces con el pasado y el legado de nuestros ancestros, se convierte en una secuencia de escenas que se suceden con desigual interés.

Si uno no se cuestiona mínimamente la coherencia del relato, al menos puede llegar a la pólvora final de la última parte con revividos ánimos para descubrir los giros de un guion falto de credibilidad, y desentrañar 'El secreto de Marrobowne', a cuyos efectos se supedita todo el soporte argumental de la película, que por cierto guarda más de un paralelismo con el film de Amenábar Los otros. Aunque el desenlace resulte más o menos previsible, al menos son los momentos más entretenidos y consigue recuperar la atención de los espectadores desde el limbo de la sala, aunque el epílogo añadido para aclarar, y sobre todo dulcificar, el final nos retrotraiga de nuevo hacia el encefalograma grama plano. Una pena, porque, en general, la propuesta reúne no pocos focos de interés.

La película se ha filmado en inglés en localizaciones asturianas, con la clara intencionalidad de no limitar sus posibilidades comerciales en el mercado angloparlante, especialmente Estados Unidos. Circunstancia que impide identificar a ningún intérprete nacional, pues todos los personajes son interpretados por actores británicos mayoritariamente, que cumplen su cometido con eficacia en unos casos y toscamente en otros, aunque en este caso probablemente se deba más a efectos secundarios causados por el doblaje.

En el aspecto técnico, la dirección artística al menos resulta bastante funcional, aun sin contar con la gran parafernalia propia de las producciones americanas en la recreación de ambientes del pasado, que les permite presumir de planos generales de poblaciones enteras para situar al público.


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