La Agrupación Musical San Clemente de La Mancha es una de las más longevas de la provincia de Cuenca con aproximadamente 150 años de historia y durante los últimos sesenta han estado al frente de la dirección tres generaciones de la familia Ortega. Actualmente Julián Ortega dirige la banda y también la Escuela de Educandos, aunque anteriormente le precedieron su padre, Tomás Redondo Ortega y su abuelo, Tomás Redondo Jávega. “Es un orgullo para mí, ojalá cuando tenga hijos quieran continuar con esta tradición”, apunta.
Actualmente la Agrupación está compuesta por 90 músicos, pero a ella se suma la banda juvenil con otros 40 integrantes y la Escuela de Educandos en la que hay 160 alumnos este curso. “Hay futuro, siempre todos los años tenemos nuevas incorporaciones a la Agrupación y vamos mejorando poco a poco”, subraya la presidenta, Conchi Bosques.
A lo largo de estos 150 años de historia la Agrupación Musical San Clemente de la Mancha ha evolucionado. Aunque siguen tocando los tradicionales pasodobles en romerías o marchas en Semana Santa sí que han incorporado a su agenda conciertos temáticos. “En los conciertos el repertorio es totalmente diferente al de las fiestas”, cuenta. Además, organizan galas temáticas en las que, por ejemplo, tocan piezas de Zarzuela y es habitual que durante el verano organicen un intercambio de bandas. “Invitamos a otros grupos a nivel nacional, nos visitan y después vamos nosotros a sus pueblos o ciudades”, comenta.
Una actividad que no es fácil mantener a nivel económico. Afortunadamente desde hace unos años mantienen un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de San Clemente para sufragar sus gastos y también se han beneficiado de las ayudas que da la Diputación Provincial de Cuenca para la compra de instrumentos. “Esto nos permite ir renovando lo que tenemos y facilitar a los alumnos de la Escuela un instrumento con el que empezar a tocar”, apunta Conchi Bosque. Y es que, únicamente con las matriculas y las cuotas mensuales no es suficiente para mantenerse a flote, de ahí que busquen otras alternativas.
La Agrupación Musical San Clemente de La Mancha es una de las más longevas de la provincia de Cuenca con aproximadamente 150 años de historia y durante los últimos sesenta han estado al frente de la dirección tres generaciones de la familia Ortega. Actualmente Julián Ortega dirige la banda y también la Escuela de Educandos, aunque anteriormente le precedieron su padre, Tomás Redondo Ortega y su abuelo, Tomás Redondo Jávega. “Es un orgullo para mí, ojalá cuando tenga hijos quieran continuar con esta tradición”, apunta.
Actualmente la Agrupación está compuesta por 90 músicos, pero a ella se suma la banda juvenil con otros 40 integrantes y la Escuela de Educandos en la que hay 160 alumnos este curso. “Hay futuro, siempre todos los años tenemos nuevas incorporaciones a la Agrupación y vamos mejorando poco a poco”, subraya la presidenta, Conchi Bosques.
A lo largo de estos 150 años de historia la Agrupación Musical San Clemente de la Mancha ha evolucionado. Aunque siguen tocando los tradicionales pasodobles en romerías o marchas en Semana Santa sí que han incorporado a su agenda conciertos temáticos. “En los conciertos el repertorio es totalmente diferente al de las fiestas”, cuenta. Además, organizan galas temáticas en las que, por ejemplo, tocan piezas de Zarzuela y es habitual que durante el verano organicen un intercambio de bandas. “Invitamos a otros grupos a nivel nacional, nos visitan y después vamos nosotros a sus pueblos o ciudades”, comenta.
Una actividad que no es fácil mantener a nivel económico. Afortunadamente desde hace unos años mantienen un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de San Clemente para sufragar sus gastos y también se han beneficiado de las ayudas que da la Diputación Provincial de Cuenca para la compra de instrumentos. “Esto nos permite ir renovando lo que tenemos y facilitar a los alumnos de la Escuela un instrumento con el que empezar a tocar”, apunta Conchi Bosque. Y es que, únicamente con las matriculas y las cuotas mensuales no es suficiente para mantenerse a flote, de ahí que busquen otras alternativas.