Rozalén emociona Segóbriga en una noche llena de llanto, alegría y un gran abrazo
El abrazo es la muestra de afecto y cariño por excelencia, sencilla pero imprescindible. Abres tus brazos y acoges al semejante para estrecharlo fuerte junto a tu pecho. Y la vida mejora en todos los sentidos. Al abrazar tu cuerpo se agrega oxitocina, dopamina, serotonina, hormonas del placer, el amor y la felicidad. Abrazamos la alegría y también la nostalgia. Abrazamos a la ausente para ser más conscientes de la aquí y ahora.
Con estas palabras arrancaba una noche única donde la cantante Albaceteña desplegó toda su energía, sentimientos y ganas de vivir la vida sobre el escenario del Teatro Romano de Segóbriga.
Muchas han sido las representaciones que el recinto ha acogido a lo largo de los siglos, pero seguramente ninguna habrá sido como la que ofreció anoche la cantautora, que supo conjugar el misticismo del entorno patrimonial de la antigua ciudad con su forma de entender la música.
Pasados unos minutos de las diez de la noche, todo el equipo de Rozalén hacía acto de presencia sobre el escenario, y después de poner en valor lo que es un abrazo, el título de su último disco, empezó una velada cargada de sentimientos.
Empezaba el recital, no sin antes pedir al público que ocupaba todo el recinto que hicieran suyos los abrazos, con ‘Lo tengo claro’ al que siguieron más temas de su último trabajo de estudio.
Haciendo gala de la cercanía que la caracteriza, Rozalén también tuvo momentos para interactuar con las más de 700 personas que la acompañaban en el teatro romano, donde recordó su viaje de hace 30 años al mismo lugar donde ahora ella estaba subida como artista con el colegio.
Un lugar desde el que empezó a cantar con un “atardecer muy bonico” a sus espaldas y dejando claro que su música no es lo habitual. Puso de relieve cómo ahora está de moda “lo ligero, el autotune”, pero ella ha querido seguir en su línea con un ‘abrazo’ donde ofrece una montaña rusa de emociones, cantando a la vida y a las circunstancias que la han acompañado los últimos años.
Por eso, en apenas media hora supo cómo llevarse al público al bolsillo e hizo que el entorno patrimonial pareciera el salón de su casa con unas letras donde expuso las diferentes formas del querer, la nostalgia o el duelo por la pérdida de seres muy querido.
Con ‘Todo lo que amaste’ supo cómo tocar la tecla de buena parte del público pasando de la risa al llanto en cero coma. Esta ha sido la canción que ha compuesto en homenaje a su padre, recientemente fallecido, y unido a su impecable calidad vocal, hizo que el antiguo acueducto de la ciudad romana se volviera a llenar, pero de muchas lágrimas.
Un momento muy único que dejó vacío a muchos espectadores y con el corazón en un puño. María no te olvidará, al igual que ninguna persona que haya perdido un padre en los últimos meses lo va a hacer y seguirán honrando la vida de los que ya no están, viéndolos en todas las aves del cielo y en cada abrazo eterno.
Costó a mucha gente recomponerse de estos casi 4 minutos, pero con sus jotas y su folclore poco a poco el público se fue poniendo en pie con su ‘Es Albacete’, ’80 veces’, ‘Vivir’ o ‘La puerta violeta’, hasta desencadenar en un final único al ritmo de Dj Marta que despidió a María Rozalén.
Esta noche, con toda probabilidad, quedará en el corazón de los 700 espectadores que soltaron todo lo que tenían dentro para volver a llenarse de energía con una Rozalén sublime sobre el escenario que supo hacer magia como únicamente ella sabe y que entregó su gran abrazo a todo el teatro romano de Segóbriga.