Tras el parón provocado por la pandemia, el proyecto Días de Arte Conquense ha vuelto y no ha podido elegir mejor nombre para su regreso. Bajo el título de Renacer, la nueva exposición, que estará abierta hasta el 17 de noviembre, reúne en el Centro Cultural Aguirre de la capital la obra de más de 30 pintores conquenses, algunos consagrados y otros emergentes. “Cuenca es una fábrica de creativos”, afirma el coordinador de esta iniciativa, Carlos Codes.
Entre los artistas reconocidos que participan en esta exposición, Codes destaca especialmente a Miguel Ángel Moset, fallecido unos días antes de la apertura de la muestra, que tuvo lugar el jueves 15 de octubre. Obras de El Manchas, Luis del Castillo, Jesús Ocaña, Emilio Morales, Tomás Bux, Grupo Arte 6, Pedro Romero Sequí, Manuel Macías, Pilar Conesa, Andreas Meyer, Luisa Muñoz Vallejo, Marta Díaz, Chema Albareda, Ángel Izarra, Rafael Miranzos, Victoria Santesmases, Ángela de la Vega, Mar Serrano, Lira, Keiko Mataki, Miguel B., Jesús Lozano, Mateo de la Vega, Celia Guillén y Luz Porras, entre otros autores, completan la exposición.
Al contar con un gran número de artistas, en la exposición se entremezclan así una gran variedad de estilos pictóricos y colores, formando parte de la exposición tanto obras figurativas como abstractas.
Muchos de los artistas participantes ya han mostrado su obra con anterioridad en Días de Arte Conquense, un proyecto que arrancó en la ciudad en marzo del año 2013 con una exposición de la ilustradora Ángela de la Vega, que también se ha sumado a esta nueva muestra.
Durante todo este tiempo, el proyecto Días de Arte Conquense ha permitido visibilizar la obra de autores noveles a lo largo de las 68 exposiciones que ha acogido la iniciativa en estas ocho ediciones, por las que han pasado pintores, escultores, fotógrafos, ceramistas y diseñadores gráficos, según se informa desde el Ayuntamiento de Cuenca.
Asimismo, con posterioridad surgió otra iniciativa más, denominada Excelencias, que estaba dirigida en este caso a creativos más consagrados.
“En estos momentos tan difíciles para todos, y sobre todo para el mundo del arte y la cultura, es fundamental y necesario seguir apostando y respaldando a nuestros creativos”, señala Codes, que considera que la capital no cuenta con salas suficientes para exponer las obras de tantos artistas como hay en la ciudad, por lo que agradece que se pueda contar con el espacio del Centro Cultural Aguirre.
En esta línea, el coordinador de Días de Arte Conquense muestra su agradecimiento al Ayuntamiento de Cuenca por el apoyo a esta iniciativa a lo largo de estos años, un tiempo en el que el Consistorio ha estado dirigido por equipos de gobierno de diferentes colores políticos que siempre ha respaldado la continuidad de la iniciativa.
Un proyecto que ya tiene en mente otras exposiciones a corto plazo: una muestra de fotografía en noviembre, en la que participarán otros 30 fotógrafos, y otra más de escultura y cerámica para cerrar este año. Además, Codes detalla que a partir de enero se retomarán las exposiciones individuales, “si no pasa nada” dado que reconoce que “la incertidumbre es grande” debido a la pandemia.
Horario
La muestra Renacer se puede visitar en el Centro Cultural Aguirre de lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas. Se han establecido diversas medidas de prevención para evitar contagios, señalizando itinerarios y fijando un aforo máximo de diez personas. Los visitantes también tienen a su disposición gel hidroalcohólico para la higiene de manos y será obligatorio el uso de mascarilla para garantizar que “la cultura es segura”.
A Ángela de la Vega Martínez (Cuenca, 1982) no le gusta nada hablar de sus obras. La ilustradora, una de los 30 artistas que participan en la exposición colectiva ‘Renacer’, prefiere que “cada uno haga su lectura y decida lo que ve”. “Si hay que explicarlas, igual es que hay algo que no funciona”, reflexiona. No obstante, acerca de los dos trabajos suyos que cuelgan de las paredes del Centro Cultural Aguirre en el marco de esta exposición colectiva dice que “son como miniciudades, un juego de composición con pocos elementos y en colores pastel”. “Aunque a lo mejor hay un espectador que solo ve casas, detrás de estas obras hay una historia en mi cabeza”, precisa, al tiempo que hace hincapié en que ella trabaja habitualmente con texto, que es complementado con sus ilustraciones.
De pequeña, a Ángela de la Vega -que ya ha participado en varias exposiciones celebradas en Cuenca y en Polonia, país en el que estuvo viviendo-, ya le atraían mucho los libros ilustrados. “Es un formato muy íntimo. Pienso que es más democrático y llega a más gente que un cuadro en una pared. Y a mí lo que realmente me gusta es contar historias”, recalca. Esa curiosidad por los dibujos le llevaría finalmente a formarse en Ilustración, Grabado y Serigrafía, en las escuelas de arte de Cuenca y Toledo. Y actualmente está estudiando también un ciclo formativo de Edición de Arte. Desde hace unos años, compagina el mundo de la ilustración con otros trabajos porque reconoce que es difícil vivir en exclusiva de esto y ahora las cosas se han complicado aún más.
Gloria del Pozo Fernández (Cuenca, 1969), conocida con el nombre artístico de Lira, plantea un “juego hipnótico” que pretende atrapar la vista del espectador en Mandala de invierno, el trabajo con el que participa en la muestra colectiva Renacer. “Un mandala es una figura circular que se expande hacia fuera. Vienen de Oriente y me gustan mucho. La dificultad de estas obras es que tiene que ser todo simétrico”, apunta esta artista autodidacta que se siente muy vinculada con la naturaleza. El lienzo, en blanco y negro, plasma unas hojas de diferentes formas y fue pintado en 2017, habiendo tomado parte ya en una exposición anterior de Días de arte. “Ahora se han recuperado autores de este ciclo y me propusieron participar. Y me pareció maravilloso el nombre de la exposición. Renacer. Personalmente, me viene muy bien este nombre, sobre todo ahora, que llevo un año en que no estoy pintando”, admite con resignación.
Lira trabaja profesionalmente en el ámbito jurídico aunque pinta desde niña. Además, también elabora cuadernos artesanos, bien pintados a mano o bien encuadernados en tela, y últimamente está muy centrada también en las creaciones en tela. “Hago bisutería, pajaritas, cojines, bolsas, guardatodos... Y ahora también mascarillas”, detalla. Eso sí, hay una disciplina a la que regresa continuamente: “La pintura es el lugar al que siempre vuelvo”. Aunque su profesión contrasta bastante con esta gran afición suya, asegura que le dedica mucho tiempo a su parte artística. “De vez en cuando tengo fiebres creativas”, bromea.
Un mar embravecido es lo que perciben algunos de los espectadores que contemplan la pieza abstracta de gran tamaño con la que Luz Porras Rubio (Cuenca, 1989) participa en la exposición Renacer. “No les pongo nombre a estas obras. Cada uno que se deje llevar por lo que siente”, cuenta la artista. No obstante, reconoce que este trabajo, que está elaborado en técnica mixta y en el que predominan los azules, combinados con blancos y también tonos tierra, recuerda a un paisaje marino.
“Lo que más me gusta desde siempre es expresar a través de escritos, de dibujos...”, cuenta la joven. En su familia también hay varios artistas por lo que finalmente se decidió a estudiar Bellas Artes. “Y creo que fue un acierto porque me permitió desarrollar todo lo que llevaba dentro”, subraya esta artista, que finalizó la carrera en Cuenca en 2014 aunque ya antes había participado en exposiciones colectivas. Profesora de Educación Plástica y Visual en Secundaria en la actualidad, ahora también muestra en la capital, en Rococó Enmarcaciones, una serie de acuarelas paisajísticas figurativas. “No quiero encuadrarme en un solo estilo. Yo lo que quiero es expresar. El cuerpo no siente siempre lo mismo. No me gusta delimitarme”, recalca. De hecho, recuerda que sus comienzos estuvieron muy ligados a la fotografía. Y, aunque nunca ha publicado sus escritos, no se cierra a ninguna posibilidad en el futuro: “Me da mucho apuro pero ahí empezó todo, en mis ganas de escribir”.