El séptimo arte regresa a Villamayor de Santiago. Un total de 19 cortometrajes procedentes no solo de distintos puntos de España, sino también de Francia, Dinamarca o Suecia han sido seleccionados este año para ser proyectados en el Festival Europeo de Cortometrajes Villamayor de Cine, que se celebra del 5 al 7 de agosto en el Centro Escénico Quijotes y Sanchos de la localidad conquense.
Una décimo cuarta edición que ha sido presentada oficialmente este viernes en el Salón de Plenos de la Diputación con la presencia del director del festival, Javier Alonso, que ha estado acompañado del presidente de la institución provincial, Álvaro Martínez Chana; la delegada provincial de Educación y Cultura, Sonia Isidro; y el alcalde villamayorense, José Julián Fernández.
Una cita que regresa con más fuerza que nunca, después del parón con motivo de la pandemia, lo que, a juicio de la delegada de Educación y Cultura, es, en verdad, una muy buena noticia y todo un placer, sobre todo, por la relevancia de este festival, con el que colabora el Gobierno regional. Importancia que también ha querido resaltar el presidente de la Diputación, llamando la atención sobre su gran calidad, reconocida, incluso, por la Asociación de la Industria del Cortometraje, que lo convierten en uno de los festivales de este género más importantes del país. Es por ello, que Martínez Chana no ha dudado en animar a todos a acudir estos días a Villamayor de Santiago, porque “van a poder disfrutar de un evento de una calidad excelsa”.
En términos similares se ha pronunciado el alcalde de la localidad conquense, quien ha querido subrayar la implicación del pueblo con este festival, al tiempo que ha asegurado que tanto los vecinos de Villamayor como de toda la comarca siempre están pendientes de este evento, que, a su juicio, pone al municipio en el mapa.
El director del festival, por su parte, no ha dudado en mostrar su satisfacción personal por poder volver con este festival, que es posible gracias a la colaboración de muchos, desde instituciones, como el Ayuntamiento villamayorense, la Junta de Comunidades o la Diputación, hasta entidades, como la Fundación Globalcaja o el Centro de Estudios del Vídeo de Madrid, así como otros muchos patrocinadores. Un largo etcétera al que se suma un equipo de más de 40 personas que, de manera altruista hacen posible que Villamayor de Santiago vuelva a brillar con luz propia, en esta ocasión, durante tres días; una jornada menos que en ediciones anteriores, por motivos exclusivamente de seguridad sanitaria. Y es que, tal y como ha recalcado Alonso, “hay que ser cautos y precavidos en el actual escenario”.
XIV FEC VILLAMAYOR DE CINE
El Festival Europeo de Cortometrajes Villamayor de Cine de este año ha recibido, nada y nada menos que 1.020 trabajos, una cifra, en opinión de su director, “considerable”, sobre todo, teniendo en cuenta todo lo ocurrido en el último año. Al final, se han seleccionado 15 cortometrajes, que concurrirán a los distintos premios convocados, y a los que se sumarán cuatro más, uno de la villamayorense María Ortega, que inaugurará el festival, y tres más del Centro de Estudios del Video, del que el director es el coordinador y profesor.
Las proyecciones, que serán gratuitas, se proyectarán cada día a las diez de la noche en la carpa del Centro Escénico Quijotes y Sanchos, que, según ha explicado el primer edil, contará con un aforo máximo de entre 500 y 600 personas; eso sí, respetando todas las medidas de seguridad sanitaria.
En la primera jornada del jueves, 5 de agosto, se procederá a la proyección de tres cortometrajes documentales que concurrirán al premio en esta categoría, que no son otros que Campeonas sin Límites, de Paqui Méndez; El Infierno, de Raúl de la Fuente; y El Sitio más Idóneo, de David Regos. Fuera de concurso y previamente a la fase de competición, los asistentes podrán disfrutar de cuatro cortos: Golondrina, de la villamayorense, María Ortega; y otros tres de alumnos y profesores del Centro de Estudios del Vídeo (CEV), como son Covid Noel, de David Alonso; Abuela Dalí, de Vega Halen; y el estreno de La Fuerza del Destino, dirigido por el propio director del festival, Javier Alonso.
El viernes, 6 de agosto, arranca durante dos jornadas la sección oficial de los documentales de ficción, a la que concurren doce trabajos. En concreto, Alive, de Jimmy Olsson; Burqa City, de Fabrice Bracq; El Tratamiento, de Álvaro Carmona; Guiadvisor, de Álvaro Ortega; Lo Efímero, de Jorge Muriel; Lunas de Marte, de David Desola; Mellem sten og et hårdt sted (Entre la piedra y un lugar duro), de Mads Koudal; November 1st, de Charlie Manton -nominado a los Premios Óscar de este año–; Orquesta Los Bengalas, de David Valero; ¿Sigues ahí?, de Mónica Zamora; So long, Paris!, de Charles Dudoignon-Valade; y There will be Monsters, de Carlota Pereda.
PREMIOS
Estos quince cortometrajes optan a alguno de los once galardones. como son al mejor cortometraje de ficción y al mejor cortometraje documental, -dotados con 300 euros y trofeo–, a los que se suman el de la mejor dirección, al mejor cortometraje de habla no hispana, al mejor actor, a la mejor actriz, al mejor guión, a la mejor fotografía, al mejor montaje y al mejor sonido; todos ellos dotados con trofeo y lote de productos de la tierra.
Para elegir los trabajos ganadores, el festival contará con un jurado compuesto por Juan Francisco Pérez Polo, del Blog de Cine Español; Natalia Pérez, directora del Festival de Cortometrajes Plasencia en Corto; y el actor Sergio Caballero. Jurado que elegirá a los ganadores de cada una de las categorías, cuyos galardonse se entregarán el sábado por la noche, como colofón a este festival, que está más que consolidado.
El actor Luis Motola, por su parte, volverá a ser el maestro de ceremonias de esta décimo cuarta edición, cuyo cartel ha correspondido a un diseño de Inma Hortas, en el que recoge, según ha explicado Alonso, “el cielo de una noche de verano, que se llena de estrellas y se van dibujando imágenes icónicas del cine, como la bici de ET, aquella Estatua de la Libertad del Planeta de los Simios o Gene Kelly en Cantando bajo la Lluvia, además de ser un homenaje discreto a las víctimas de la pandemia”.