Los libreros están contentos por lo general con el desarrollo que ha tenido la Feria del Libro Cuenca Lee, que se clausuró este jueves y que ha acogido también actividades paralelas como encuentros de los autores con los lectores, talleres infantiles y actuaciones. El buen tiempo ha acompañado -a excepción del lluvioso miércoles- y, a falta del balance final, las ventas han ido bien: se ha adquirido “de todo”, desde las últimas novedades hasta clásicos pasando por la novela histórica y obras infantiles y juveniles. Al igual que las ventas, el público también ha sido variado y ha aprovechado el descuento del 10% para comprar cultura.
“Podemos decir que Cuenca tiene un público lector. Estamos muy contentos con la feria”, dice satisfecha Verónica Rojas, de la Librería Toro Ibérico, que ha contado en su caseta estos días con autores “indies”, que irrumpieron con fuerza en Amazon y que ahora se pueden adquirir también en esta firma conquense. “Hemos roto estadísticas estos días. Se ha vendido mucho de estos escritores. Ha sido el primer año que los hemos traído pero no el último”, asegura.
Lo más demandado
Además, han sido muy demandadas las novedades literarias, los libros educativos y de autoayuda, y la novela histórica. En cuanto al público, detalla que mujeres y hombres han comprado por igual en esta caseta, por la que también se han pasado niños y adolescentes.
Para María Jesús Torrecillas, de Libreralia, las mujeres suelen leer más aunque el público ha sido variado en su caseta, en la que también se han vendido bastante libros infantiles. “Y la literatura juvenil también va saliendo”, señala.
Torrecillas explica que “se vende de todo” aunque han tenido especial demanda las obras de autores como Marta Robles, Santiago Posteguillo y Defreds, que han asistido a Cuenca Lee.
Eso sí, asegura que los libros de o sobre políticos, como Manuel de resistencia, de Pedro Sánchez (presidente del Gobierno en funciones), o España vertebrada, de Fernando Sánchez Dragó, que versa sobre Santiago Abascal (líder de Vox), no están teniendo tirón.
La Feria del Libro, organizada por el Ayuntamiento de Cuenca y la Diputación, suele suponer una inyección económica para los libreros. “El resto del año, hay meses buenos y otros, terroríficos”, asegura. “El fin de semana fue bueno aunque los días de diario son más flojos. El tiempo ha acompañado”, añade la librera.
Es la primera vez que la librería Delorean, especializada en artículos de colección, participa en la feria y están “contentos”. Lo más demandado han sido las obras antiguas de Cuenca: “Tenemos libros de a partir de 1800 aunque en la tienda contamos con ejemplares desde 1600”, explica Iván Amor Carretero, su propietario.
Además de estos libros, en esta caseta también se podían encontrar tebeos “de toda la vida” y una curiosidad: libros al peso. El precio de las obras depende de lo que pesen, una iniciativa que está teniendo “muy buena acogida” en la tienda.
Su clientela media tiene entre 40 y 60 años y busca rememorar otras épocas. Es mayoritariamente masculina aunque las mujeres también compran este tipo de libros. “Tenemos un público muy fiel”, detalla. En el apartado del cómic, las historias del Capitán Trueno, el Guerrero del Antifaz, Mortadelo y Filemón, y Zipi y Zape son muy demandadas.
Los tebeos son también la especialidad de La Comicteca, centrada en cómic y juegos. Para su propietario, Juan Ángel Martín, la feria ha ido mejor que otros años. Dice que “quizás leen más los hombres” pero tampoco es una diferencia muy significativa con las mujeres, que cada vez se animan más a este género.
“Estamos saliendo de las cavernas”, bromea. Muy demandados, los superhéroes siempre tienen su espacio en sus estanterías, que también acogen novela gráfica.
Por su parte, la caseta de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes ha mostrado obras de autores de Castilla-La Mancha o con temática de la tierra editadas por el servicio de publicaciones de la Junta. “La gente pregunta el precio de los libros y le explicamos dónde lo pueden comprar”, detallan desde el expositor. El público ha sido variado pero ha habido más mujeres, “con diferencia”.
En cuanto a la ubicación, los expositores coinciden en que el emplazamiento en la Plaza de España es el más idóneo porque está céntrico y es accesible. Aunque ahora les toca volver a sus librerías a seguir vendiendo historias y aventuras.