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Ley Mecenazgo

Los proyectos culturales de Cuenca lo tendrán más difícil sin la Ley de Mecenazgo

A pesar del revés que supone el rechazo en las Cortes por PP y Podemos, que puede echar para atrás la colaboración económica de algunas empresas, la Junta mantiene su compromiso
Los proyectos culturales de Cuenca lo tendrán más difícil sin la Ley de Mecenazgo
El reinaugurado Edificio Iberia será una de las sedes de la exposición sobre la Semana Santa. Foto: Saúl García
22/06/2018 - N.Lozano

Los grandes proyectos culturales previstos para Cuenca, como la exposición sobre la Semana Santa, lo tendrán más difícil tras el rechazo en las Cortes de la Ley de Mecenazgo impulsada por el Gobierno regional, según ha destacado el viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa.

La Ley, que no salió adelante por los votos en contra del PP y la ausencia de Podemos, pretendía promover la participación de empresas privadas y de la sociedad en general en la cultura. “Con este rechazo pierde no solo Cuenca, sino toda la región. Todas las asociaciones, instituciones, fundaciones que quisieran colaborar en proyectos lo van a tener mucho peor. La pérdida va a ser terrible”, ha lamentado Carrascosa.

No obstante, ha asegurado que a pesar de este revés la Junta mantendrá su compromiso y hará todo lo posible para que estas iniciativas sean una realidad. “Había muchas empresas interesadas esperando que se aprobara la normativa para poder financiar estos proyectos y poder acogerse a los beneficios fiscales. Ahora se complica, pero lo sacaremos adelante”.

Ha precisado que era una Ley muy esperada en el mundo de la cultura desde hace muchos años “y no van a comprender que haya ocurrido esto, como yo tampoco lo entiendo”. De hecho, en los trámites previos el texto había contado con el beneplácito de todos los grupos políticos, se habían tenido en cuenta las diferentes aportaciones, e incluso se habían aprobado prácticamente todas las enmiendas presentadas por el Partido Popular, “por lo que teníamos la esperanza de que se aprobara”.

El titular de Cultura ha afirmado que ha sido una sorpresa muy desagradable, “pero ya no porque sea una ley que promueve el Gobierno regional, sino porque era una norma necesaria, útil y esperada y eso es lo que a mi particularmente me duele, no ya como viceconsejero, sino porque llevo trabajando en este ámbito más de 30 años”.

"Era una norma muy necesaria, esperada y útil para todo el sector"

La norma contemplaba dos partes, fiscal y no fiscal, con el único objetivo de potenciar el mecenazgo cultural que realizan tanto personas físicas como jurídicas que tributan en Castilla-La Manchas. La gran novedad, en la que habían reparado por su interés otras Comunidades Autónomas, era el llamado crédito fiscal a favor del mecenas por valor del 25% de los convenios de colaboración o de los importes dinerarios que donaran a los destinatarios siempre que fuera para proyectos culturales.

También se incorporaban otro conjunto de incentivos fiscales para atraer financiación a programas culturales. Asimismo, fue muy valorada cuando se presentó en el Consejo Sectorial de Cultura en el Ministerio, gobernado en ese momento por el PP, por sus elementos innovadores y Comunidades como Navarra, Baleares o Castilla y León la había reclamado como ejemplo para mejorar sus respectivas leyes de mecenazgo. El viceconsejero ha mostrado su tristeza y disgusto, y ha reconocido que tras el trámite fallido “mi vuelta al trabajo ha sido uno de los peores días”.

Y AHORA QUÉ

Según ha comentado, tendrá que ser ahora el Consejo de Gobierno el que valore y evalúe si hay que intentar sacar esta normativa y volver a empezar. “Hacerse se puede hacer, es difícil pero no imposible. A mi desde luego me gustaría que estuviera esa ley”.

Desde su punto de vista, ni los populares ni Podemos la querían ni tenían voluntad de que prosperara “si nos atenemos a cómo han sucedido las cosas”. Además, ha calificado de “juego sucio” querer “minar” la credibilidad de la Fundación Impulsa- el PP afirmó que querían convertirla en una agencia de colocación- “porque lo único que han conseguido es dificultar que las empresas colaboren en proyectos culturales y sembrar la duda de qué pasa con su dinero, cuando la Ley hacía todo esto aún más transparente de lo que ya lo es en la actualidad”.