Música, poesía y arte en homenaje al gran ceramista conquense que fue Pedro Mercedes. Es lo que combinarán este viernes la poeta y cantante Amparo Ruiz Luján (Puebla del Salvador, 1956) y la violoncelista Marina Catalá Quinas (Cuenca, 1998) en un recital previsto a partir de las siete de la tarde en la Casa Zavala que lleva por título “Camino a la mística”.
Son casi cuarenta los años de edad que las separan pero, tras conocerse en el instituto Alfonso VIII (Amparo daba clases de Historia y Marina fue una de sus alumnas) descubrieron una afinidad en torno a la cultura que las ha llevado a colaborar en varios eventos, aunque este viernes será la primera vez que actúen juntas combinando música y palabra.
Textos de poetas como San Juan de la Cruz, Miguel Hernández o Diego Jesús Jiménez junto con otros de la propia Ruiz Luján y fragmentos de canciones tradicionales, entre ellas la catalana “Rossinyol” y la vasca “Egoak”, formarán parte del repertorio de concierto junto al primer movimiento del “Preludio” de Kreisler, y temas de la banda sonora de películas como “La misión”, de Ennio Morricone, y “Leyendas de pasión”, de James Horner, así como de la ópera “Thaïs”, de Jules Massenet.
“Son composiciones que hablan del amor, de la vida, de la muerte, que entroncan con ese encontrarse a sí mismo, o incluso ese escaparse de sí mismo, que Pedro Mercedes, una persona muy religiosa, buscaba en sus obras para intentar llegar a una dimensión superior partiendo de algo tan humilde como el barro gracias a sus manos, su delicadeza y su talento. Como dice el título del recital, un camino hacia la mística”, destaca Amparo Ruiz Local.
Se trata así de un recital con el que ambas quieren rendir un tributo al arte en general, todo en ello en un espacio además tan artístico como la Casa Zavala, que hasta este domingo acoge la exposición dedicada al alfarero de San Antón ‘Moldeados en Tierra’, que reúne un total de 120 piezas principalmente de Mercedes pero también de alfareros contemporáneos.
“Combinar distintos tipos de cultura, como poesía, manualidades, obras o música, es algo muy enriquecedor”, opina Marina, que en el apartado musical aboga por interpretar canciones que sean conocidas porque “a la gente le gusta reconocer las canciones: las disfrutan más”.
La de este viernes es además una oportunidad casi única de escuchar cantar a Amparo Ruiz Luján, que, aunque se inició en el canto durante su infancia en Barcelona con la cantante de ópera Maira Maiska como maestra, no se prodiga en exceso en recitales públicos. “He actuado desde muy joven en diferentes institutos de Barcelona, después en Cuenca, en El Toboso, y en enero lo haré en San Antonio de Ibiza, pero son cosas que hago esporádicamente”, reconoce.
Marina Catalá, por su parte, cuenta con estudios en el Conservatorio y además de tocar el violoncelo y el piano se ha iniciado en el saxofón. Miembro de la Joven Orquesta de Cuenca, en la actualidad está matriculada en Enfermería, donde su idea es aplicar la denominada musicoterapia. “La música se ha demostrado que es efectiva para paliar ciertos síntomas y evitar el abuso de fármacos. Con el Alzheimer por ejemplo ayuda a recordar si se interpretan ciertas melodías. Es algo en lo que quiero investigar".
