El Último Confín: Los Ayoreo del Chaco Paraguayo es el título de la última película-documental de los conquenses Santiago David Domínguez Solera y Dorian Sanz, que se va a estrenar el próximo 6 de julio en un único pase gratuito a las 19 horas en los Cines Odeon Cuenca, en la Plaza del Cinematógrafo de la capital.
Un trabajo con el que acercan a los conquenses al drama de la comunidad indígena de los ayoreo, un grupo de cazadores-recolectores y agricultores incipientes, que hasta la década de los sesenta vivían en el corazón de la selva paraguaya sin contacto alguno con la civilización y con usos y costumbres que habían mantenido durante miles de años.
Y es que, según el director y guionista de la película-documental, Santiago David Domínguez, muchos de ellos se vieron obligados a salir de su hogar, en el Chaco paraguayo, ante el avance de la deforestación auspiciada por grandes empresas y explotaciones agrarias, dando lugar a un nuevo asentamiento, conocido como Chaidí, hasta donde se desplazaron estos dos conquenses en 2014 y 2018.
Esta última visita de dos semanas de duración daba como resultado este documental de 50 minutos, cuya producción fue financiada por el Ayuntamiento de Cuenca y que inicialmente se iba a presentar en 2020, pero la llegada de la pandemia obligó a posponerlo hasta ahora.
Santiago David Domínguez y Dorian Sanz ya tienen destino para su próxima aventura. Será en septiembre en el norte de Europa para acompañar a los saami, grupos de pastores de renos
PELÍCULA-DOCUMENTAL
El Último Confín: Los Ayoreo del Chazo Paraguayo abre una puerta a la cultura de estos indígenas tan presente en Chaidí, una comunidad fundada por varias familias de ayoreo totobiegosode que abandonaron en 2004 su hogar en la selva, donde, sin embargo, quedaron –y de hecho continúan– otros miembros de su pueblo en “aislamiento voluntario” y sin contacto alguno con otra civilización.
Circunstancias éstas que para el director del documental y a su vez doctor en Historia y Arqueología, constituían todo un filón para afrontar un estudio etnoarqueológico de la cultura de este grupo de cazadores-recolectores.
No en vano, tal y como subraya, “entre los habitantes de Chaidí había miembros de los ayoreo, que hacía apenas 14 años habían estado viviendo en la selva aislados del mundo, a semejanza, por ejemplo, de como lo habían hecho los pobladores de las tierras de Cuenca en el Neolítico”.
Algo, a su juicio, impresionante para un prehistoriador “al poder contar con testimonios directos de esta mentalidad y forma de vivir, propia de hace 8.000 años”.
De ahí que esta película-documental se haya centrado en plasmar tanto las costumbres tradicionales que aún conservan como los cambios sufridos y, como no, la añoranza de su hogar, la selva, en el Chaco paraguayo. Y es que la gente de Chaidí vigila y protege a sus familiares que aún viven en la reserva de Totobiegosode, en plena selva y en aislamiento voluntario, de la gran amenaza de la deforestación.
Es por ello que esta película-documental también se convierte en altavoz para este pueblo con el fin de dar a conocer esta situación y sus reivindicaciones. No en vano, a los problemas de sus familiares en la selva, la comunidad Chaidí se tiene que enfrentar a muchos obstáculos derivados especialmente de su falta de formación y, por lo tanto, de oportunidades, lo que los sitúa en desventaja frente al resto de ciudadanos paraguayos.
Domínguez y Sanz esperan que los conquenses no duden en acercarse el 6 de julio a los cines Odeon Cuenca y puedan conocer en profundidad a los ayoreo. Y eso cuando ya están pensando en su siguiente aventura, que les llevará al norte de Europa, donde pretenden acompañar a los saami, los mal llamados lapones; comunidades de pastores de renos que han despertado su interés por tratarse de “los últimos representantes de una época prehistórica que aún quedan en esa parte del continente europeo. De momento, solo saben que se irán en septiembre, pero no a qué país, porque eso dependerá de dónde se encuentren en ese momento, finaliza Domínguez.