Nuestros cimientos están ahí. “La civilización occidental se basa en la cultura grecolatina, a la que debemos mucho de lo que hoy somos. Esta nos permite entender mejor el mundo e interpretar muchas cuestiones actuales”, subraya Aurelio Bermejo, fundador del Festival Juvenil de Teatro Grecolatino celebrado en Segóbriga desde hace cerca de cuatro décadas y presidente de la Asociación Cultural Teatro y Cultura Clásica de Segóbriga, un colectivo que trabaja para acercar al alumnado de Secundaria las enseñanzas clásicas de una forma atractiva y para recordar por qué estas deben mantenerse en los currículos escolares.
La asociación ha entregado este septiembre en la capital conquense el premio del I Concurso Nacional de Cultura Clásica Ciudad de Cuenca, en cuya primera edición ha resultado ganador el Colegio Jesús-María de Murcia, que ha recibido 5.000 euros para organizar un viaje a Grecia. El certamen ha contado con el patrocinio de la Junta, la Diputación y la UCLM. “Estamos muy contentos con la acogida que ha tenido. Los alumnos que han participado han aprendido los temas más importantes de la cultura grecolatina”, cuenta este profesor de Latín ya jubilado que nació en Mazarulleque, pedanía de Valle de Altomira, en La Alcarria conquense.
La asociación también tiene previsto que este curso inicie su andadura el Certamen Latinum Ciudad de Cuenca, con el que pretenden premiar al alumno que posea mejores conocimientos de Latín.
Aunque la iniciativa más conocida de este colectivo es la organización del Festival Juvenil de Teatro Grecolatino, que inició su andadura en el municipio conquense de Segóbriga en 1984, extendiéndose once años después por otros lugares del país, como Mérida, Itálica y Cartagena, entre otros enclaves. A lo largo de todo este tiempo, más de 400.000 alumnos han pasado por el emblemático teatro romano de Segóbriga. “Ellos son después nuestros mejores embajadores”, indica.
El profesor de Latín recuerda que la provincia de Cuenca es un enclave privilegiado dado que en su territorio se asientan Segóbriga, Ercávica y Valeria, tres importantes ciudades romanas. En el caso de la primera, Bermejo considera que podría aprovecharse aún más con fines educativos. Así, plantea la remodelación del museo para convertirlo en un espacio más “moderno” en el que se puedan exhibir algunas de las piezas que ahora “están almacenadas”, y erigir en la planta superior un aula didáctica dirigida al alumnado de Primaria y de los primeros cursos de Secundaria. Para ellos se podrían preparar unos cuadernillos para que el profesorado trabaje con los niños el contenido tratado en la visita, similares a la guía sobre Segóbriga que ya preparó Bermejo para los estudiantes más mayores de ESO pero en este caso adaptados a los más pequeños.
Uno de los próximos retos de la asociación es organizar este curso la primera edición del Certamen Latinum Ciudad de Cuenca, que se suma al Concurso Nacional de Cultura Clásica, que ha iniciado su andadura este año
Además de seguir organizando el Festival Juvenil de Teatro Grecolatino, otro de los retos de la asociación es celebrar en 2023 el I Encuentro de jóvenes estudiantes de todos los países de la Unión Europea en Cuenca y Segóbriga, que estaba previsto para este curso pero que se ha aplazado por la pandemia.
Una de las actividades estrella de este encuentro -al que asistirían entre 200 y 300 personas- sería la representación por parte del Grupo de Teatro Europa -integrado por alumnos de la mayor parte de países de UE- de la obra Antígona de Sófocles en el teatro romano de Segóbriga, la cual ya se escenificó en este espacio en el pasado festival, celebrado en junio.
Pero ¿cuál es la situación de la enseñanza del Latín y Griego en Secundaria? A pesar del arrinconamiento progresivo al que se ha ido sometiendo a estas asignaturas, Bermejo considera que todavía hay “alumnos suficientes” en nuestro país que continúan eligiendo cursar la primera aunque reconoce que el estado del Griego es más delicado. “Pero España no es de los peores países. Estamos relativamente bien aunque no del todo como nos gustaría”, explica el profesor que concreta que, además de Italia, solo se apuesta por el aprendizaje del Latín en Alemania, donde tiene gran aceptación. “En Francia tampoco se potencia mucho”, asegura.
A sus 81 años, el que fuera catedrático de Latín en los institutos Hervás y Panduro y Santiago Grisolía de Cuenca mantiene intacta su pasión por la cultura grecolatina y sigue empeñado en potenciarla. Así, imparte clases de Latín gratuitas a través de internet: “Es algo innato en mí y lo hago con mucho amor por el mundo clásico”.
