¿Cómo era la capital en la década de los treinta del siglo pasado? El periodista José Luis Muñoz busca responder a esa pregunta en el libro Cuenca años 30, vista por Alberty y Passeporte, en el que recopila 104 fotografías tomadas en su día por la firma Casa Loty y que retratan diferentes enclaves de la población, así como de la Ciudad Encantada y de varios municipos de la provincia como Uña, Tarancón y San Clemente.
El también escritor y editor detalla en la introducción de la obra, que fue presentada en la reciente Feria del Libro Cuenca Lee, las circunstancias del trabajo realizado por Loty, las características de la colección y los avatares sufridos por los negativos de estas imágenes.
En el libro se relata así que entre 1925 y 1930, la firma Loty realizó miles de fotografías por todo el territorio español, con un interés especial en edificios artísticos y paisajes naturales. Esta casa tiene sus orígenes en Francia, donde Charles Alberty creó un negocio de material fotográfico como negativos, cámaras y papeles de positivado, entre otros artículos.
A mediados de los años veinte, trasladó a Madrid su actividad comercial, bautizada como Casa Loty (denominación que resulta de unir los apellidos de Consuelo López, su socia y mujer, y el del propio Alberty) y posteriormente se decidió a crear un gran archivo fotográfico con instantáneas de lugares de interés de España. Para ello, encomendó a su agente comercial, el fotógrafo portugués Antonio Passeporte, que, mientras visitaba las ciudades para vender los productos, tomara imágenes de las poblaciones.
La firma llegó a acumular más de 12.000 fotografías de todo el país. La mayoría de ellas fueron realizadas probablemente por Passeporte aunque no se sabe si el propio Alberty también tomó imágenes. Quien quiera que fuera el autor, de Cuenca se sacaron 126 instantáneas de lugares como Carretería, el puente de San Pablo, la Bajada de las Angustias, las Casas Colgadas y el Parque de San Julián, entre otros enclaves.
El periodista explica que tras localizar las fotografías originales de Casa Loty, que fueron adquiridas por un coleccionista privado, pensó que era una buena idea recopilarlas en un libro para que los conquenses pudieran conocer como era la ciudad en aquellos años.
IMÁGENES DE EDIFICIOS Y PAISAJES NATURALES
Por desgracia y puesto que el objetivo era inmortalizar edificaciones artísticas y paisajes naturales singulares, no hay fotos de “la Cuenca menos agradable, de la más fea”, de la ciudad cotidiana que empezaba a ensancharse en la parte nueva en aquellos años. “Es una pena”, apostilla Muñoz.
No obstante, en el libro aparecen entrañables imágenes de mujeres lavando en el río y pescadores, y caballerías por las calles de la ciudad que dan una idea de cómo era la Cuenca de aquellos tiempos.
Una Cuenca que era bastante más pequeña que la actual ya que contaba con unos 10.000 habitantes. “Era muy provinciana, sin grandes edificios, sin coches. Las Casas Colgadas estaban entonces en un estado ruinoso. Era una ciudad muy aislada y con poco trato con el exterior”, apunta Muñoz de aquella población en la que están los mimbres de la capital de hoy.
