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Lectura

La novela negra entra en las aulas

El club que dirige Sergio Vera se ofrece a los centros para organizar talleres y encuentros con autores con el fin de que los niños y jóvenes adquieran un hábito lector
La novela negra entra en las aulas
13/10/2019 - Gorka Díez

Llegar a colegios e institutos con talleres y encuentros con escritores del género negro con el objetivo de fomentar la lectura desde la escuela como herramienta no solo para el aprendizaje, sino también para el ocio, es uno de los objetivos que el club de lectura Las Casas Ahorcadas se marca para su nueva temporada, la décima, que arrancó a mediados de septiembre con en torno a sesenta socios.

Con sangre entra es el nombre ideado por Sergio Vera para un programa dirigido a centros tanto de Primaria como de Secundaria a cuyos alumnos se quiere enganchar a la lectura a través de novelas con ingredientes, en principio atractivos para los jóvenes, como el crimen y el suspense en unos tiempos en los que los índices de lectura, aunque algo mejoran, siguen sin ser muy elevados, pues según los últimos estudios hay un 32,8 por ciento de españoles que no lee nunca y un 12,5 por ciento de lectores que no tiene la lectura consolidada como hábito.

“Es un programa en el que queremos poner toda la carne en el asador para que las actividades de lectura tengan repercusión en el ámbito educativo, sobre todo pensando en los últimos cursos, a partir de cuarto de la ESO, que es donde más impacto pueden tener”, señala Vera.

Como aliciente, a falta de que se publiquen las bases, adelanta que los centros que participen optarán a un premio de 500 euros que se destinará a quien elabore el proyecto de encuentros con autor y lecturas para desarrollar en el aula que el jurado considere más completo.

Francia, la elegida

Tras ahondar en la novela negra de países como Japón, México o EEUU, este año el país elegido para profundizar en los encuentros del club, que se celebran cada quince días en la biblioteca municipal, es Francia, por lo que se leerán obras de autores del país vecino, sobre todo de los siglos XIX y XX.

“Aunque eclipsada por la novela negra anglosajona y la de EEUU, Francia es un país con mucha tradición, cuyos autores han quedado varias veces finalistas de nuestro premio. Ya en la tradición hay precursores tan conocidos como Balzac, Voltaire o Alejandro Dumas, luego están Georges Simenon, Maurice Leblanc, Léo Malet o la Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018 Fred Vargas. Y contemporáneos muy conocidos como Pierre Lemaitre”.

En principio, habrá un encuentro con Marin Ledun, que la temporada pasada presentó su novela En silencio y ahora vuelve con un nuevo título, Descansar o ser libre, Premio Letras del Mediterráneo 2019, aunque faltan por concertar nuevos encuentros.

A la lectura de libros de autores franceses se añadirán, según la elección de los propios miembros del club, Corazones negros, de Noelia Lorenzo, La Asamblea de los muertos, de Tomás Bárbulo, Cuando es invierno en el mar del norte, de Leticia Sánchez Ruiz, Una maldita historia, de Bernard Minier, y Las cenizas de la inocencia, de Fernando Benzo Sainz.

Además, del 29 de abril al 2 de mayo se celebrará el que será el octavo Festival Internacional de Las Casas Ahorcadas, que contará con la presencia de una veintena de autores, con nombres como los de Rosa Ribas, Víctor del Árbol o Carlos Augusto Casas.

Premio Tormo Negro

Otra novedad del club Las Casas Ahorcadas es que sus miembros ya han elegido el premio Tormo Negro Masfarné, dotado con mil euros, al mejor libro leído por el club durante el curso pasado: Tigres de cristal, del barcelonés Toni Hill, “una emotiva y sobrecogedora historia de perdedores ambientada en un barrio del extrarradio de Barcelona elogiada por su calidad literaria, la humanidad de sus personajes y su trama en torno al acoso escolar”.

Vera incide en que en ella se aborda la evolución que ha tenido el acoso escolar al tratar un caso de los años setenta “a mamporro limpio” y otro actual, ya de ciberacoso.

Un club en crecimiento

Tras nueve ediciones y con la décima ya empezada, el club Las Casas Ahorcadas sigue creciendo en número de socios, gracias según Sergio Vera tanto a los distintos encuentros con escritores que se organizan periódicamente, al Festival Internacional de las Casas Ahorcadas o al “boca-oreja”.

“Es un club que gusta porque es muy diferente, con un ambiente increíble, de mucha camaradería y buen rollo: somos como una pequeña familia”. La media de edad, eso sí, sin ser gente mayor es un tanto elevada para lo que según Vera sería deseable, de en torno a 50 años. “Cuesta llegar a los jóvenes, que estos se comprometan con la lectura y puedan seguir el ritmo de leer una novela cada quince días. De ahí que mi reto sea crear cantera con la iniciativa de Con sangre entra”.