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Semana de Música Religiosa 2019

Noche dadá para la pieza de estreno de la SMR 2019

Mystical Song, compuesta por Fabián Panisello a partir del texto El grano de mostaza del místico alemán Meister Eckhart, trata de releer de una manera contemporánea este texto medieval del que se ha conservado el idioma original
Noche dadá para la pieza de estreno de la SMR 2019
Foto: SMR / Santiago Torralba
21/04/2019 - José An. Montero

El programa central de la Semana de Música Religiosa de Cuenca se cerró con la pieza de encargo de la SMR 2019 que en esta ocasión fue encargada al argentino Fabián Panisello y que debía haber abierto el programa de anoche en el Teatro Auditorio de Cuenca, aunque por motivos logísticos fue la pieza que cerró el concierto.

En su lugar, fue Landschaft mit Regenbogen, (Paisaje con arco iris), de Richard Dünser la que abrió el programa con el que se presentó la Pluralesemble en el festival conquense, con Nacho de Paz como director invitado. Nacho de Paz se mostró tan expresivo y visual como es costumbre en uno de los mejores directores de música contemporánea del momento.

A continuación se interpretó L'éclat des ténèbres (El resplandor de las tinieblas, 2013), de Alexander Radvilovich, presente en la sala, y que fue probablemente uno de los momentos más brillantes no sólo de la noche, sino de esta SMR. Unas percusiones a cargo de Jaime Fernández que desbordan una riqueza de matices, texturas y sonidos difícilmente superables y que evocan perfectamente esos tiempos de experimentación artística del Cabaret Voltaire en el que nacieron tantas cosas y de los que el escritor rumano Tristan Tzara, entonces un joven estudiante en Zurich, formó parte fundamental. Radvilovich recoge perfectamente el sentido de la frase “Ni alegre, ni triste, el poeta ultramodernista Tristan Tzara recitaba su canción” del periodista español Julio Álvarez del Vayo. Esta frase pertenece a una de las pocas crónicas periodísticas de aquellos breves meses de ebullición artística del Cabaret Voltaire en los que los críticos ponen fecha de nacimiento no sólo al dadaísmo sino a muchas otras corrientes artísticas contemporáneas.

Tras el descanso y reorganizado el escenario para restar protagonismo a la percusión dominante en la primera parte del concierto, se interpretó Shoah (Catástrofe, 2015), también de Alexandr Radvilovich, como paso previo a la pieza de estreno de la esta edición de la SMR.

Mystical Song, compuesta a partir del texto El grano de mostaza del místico alemán Meister Eckhart, trata de releer de una manera contemporánea este texto medieval del que se ha conservado el idioma alemán original. El murmullo inquietante de la multitud parece amenazar la voz espiritual de la soprano Anna Davidson, que en esta pieza brilla con todo su esplendor. Una bipolaridad esquizofrénica propia de estos tiempos que yuxtapone sobre el escenario el canto clásico con los murmullos veloces. Una pieza que nos evoca el mundo acelerado en el que vivimos donde el pensamiento profundo es interrumpido constantemente por el ruido exterior.

Un brillante final a capella de la joven soprano estadounidense a la que ya pudimos escuchar hace unos años en el Teatro del Canal en la versión operística que hizo el propio Fabián Panisello de la obra de Alber Camus ‘El Malentendido’.

“¿Sabes qué?. No. / Sólo él lo sabe todo”. Versos con los que se puso punto final a este concierto y que se quedaron suspendidos durante segundos sobre un patio de butacas que debió estar más lleno. Pero como habría dicho Hugo Ball cuando alquiló una habitación para su cabaret en el interior del restaurante “La Lechería Holandesa” en la que apenas entraban unas veinte personas, “¿Sabes qué?. No. El Cabaret Voltaire no es un club cualquiera. No nos hemos reunido aquí para mirar frufús y piernas ni para escuchar cancioncillas populares. El Cabaret Voltaire es un lugar de cultura.” Es nuestro tiempo.


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