Desde que comenzara la pandemia de la COVID-19, y hasta el 1 de abril, han fallecido más de 600 personas en la provincia de Cuenca, según los datos de la Consejería de Sanidad. Sin duda, entre estas se podría poner nombre y apellidos a muchos nazarenos de la Semana Santa de Cuenca.
En homenaje y recuerdo a ellos, la Junta de Cofradías encargó a José Mencías, integrante de la Banda Municipal de Cuenca, la composición de una marcha para que ese recuerdo se trasladase a las calles de la ciudad durante esta Semana Santa.
Un reto importante “tanto por la temática como por lo que iba a significar”, reconoce Mencías, quien destaca que desde el principio tuvo claro que ‘Tulipas del cielo’ tenía que mostrar una mezcla de sentimientos que partiendo de la melancolía, rabia y frustración lleve también a la calma, a la aceptación de la pérdida y al emocionado recuerdo en el imaginario colectivo.
Ocho compases de carácter triste y melancólico y el toque de fuerza, que a modo de furia dan los metales, empezaron a dar forma a una composición en la que la rabia y el dolor se funden con la tranquilidad y el recuerdo de los que desde el cielo seguirán estando presentes en los desfiles procesionales de la Semana Santa de Cuenca.
Un diálogo musical que encaja perfectamente las piezas para lograr que ese cúmulo de sentimientos se traslade al público, y vaya si se ha conseguido, como así se reconocía en el estreno que tenía lugar el 4 de febrero con una ovación de casi cuatro minutos.
En la Semana Grande de Cuenca, ‘Tulipas del cielo’ sonará cada procesión al paso por la escultura del Nazareno, y lo que su autor espera es que con el paso de los años esta marcha pueda llegar a convertirse en un referente de la Semana Santa.
“No me gustaría que se quedara como una marcha de conciertos, sino que se quede en la calle, que la gente sea capaz de tararearla al igual que otras marchas, que ya están dentro de la tradición y la cultura popular”, apostilla.
En este sentido, Mencías sólo tiene palabras de agradecimiento tanto hacia la Junta de Cofradías por el encargo, como a Sánchez Albendea a nivel particular por su confianza en él. Un agradecimiento que hace extensible a sus compañeros de banda “por su buen hacer” y al director, Juan Carlos Aguilar, “por estar siempre con su apoyo y poner la batuta en todo el proceso”.
Otras COMPOSICIONES
José Mencías (Camporrobles, Valencia) no es la primera vez que se pone frente a una partitura en blanco. Sus primeras composiciones fueron una balada y música latina cuando formaba parte de Patrimonium Big Band, En 2004 compuso el pasodoble ‘A mi Gente’ y fue en 2006 cuando, empujado por su compañero de la banda municipal Sergio Mateo, compusieron la marcha ‘La Palma al Viento’.
Tuvieron “suerte” porque esta fue una marcha “que enseguida gustó mucho y tuvo mucha aceptación en la comunidad nazarena y en la sociedad conquense” y a partir de ahí, en 2010 hizo su segunda marcha, ‘Senderos de Promesas’, dedicada a la Virgen de Tejeda.
En 2016 creó ‘Eterna Melodía’, dedicada a la banda de música de Cuenca y en 2018 hizo ‘Duelo’, dedicada la hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y las Santas Marías. Por último, este viernes 1 de abril estrenó ‘Huerto’, una marcha compuesta para el 30 aniversario de los conciertos de la hermandad del Huerto de San Esteban.
En la actualidad, aparte de ser saxofonista en la Banda Municipal de Música, Mencías también forma parte del grupo The Teachers Band, que formó junto a compañeros de Magisterio, carrera que cursó en la facultad de Educación del campus conquense de la UCLM. Fue a los 8 años cuando el compositor arrancó sus estudios musicales en el seno de la Unión Musical Mar Chica, en su pueblo natal, pasando después por los conservatorios de Utiel, Requena, Buñol y Cuenca.