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Bienestar

La música como terapia para mejorar el bienestar

Este tratamiento usa canciones e instrumentos para generar una serie de beneficios en el paciente como potenciar su autoestima, disminuir la ansiedad y trabajar su sistema motor
Fotos: Lola Pineda
10/07/2023 - María Valverde

Música para sanar. Este es el sentido final de la musicoterapia, un tratamiento en el que las melodías son la receta. La modalidad abarca un amplio espectro de posibles pacientes, desde personas con diversidad funcional hasta pacientes de cáncer o mujeres embarazadas. 

Existen estudios que hacen recuento de los beneficios de esta innovación de la que Latinoamérica y Estados Unidos han tomado la delantera, este último con 60 años de avances. Cada sesión está adaptada al perfil de los pacientes. Así lo explica Ángel Girón, presidente de la Asociación de Musicoterapia de Castilla-La Mancha, una entidad con un año de vida. “Dependiendo del ámbito, los objetivos son diferentes”, aclara. Este profesional está a cargo de los talleres en los que se ofrece este tipo de tratamiento dentro del marco de Estival Cuenca, un proyecto con una andadura de ocho años. Los pases están a cargo de Viento sonoro, la empresa de Girón. 

El musicoterapeuta, con raíces en San Clemente, ha tratado  fundamentalmente a personas con diversidad funcional procedentes de ASPADEC, CADIG Crisol y Aframas. 

Girón explica que en estos casos el trabajo se enfoca en los niveles cognitivo, motor, sensorial y emocional. Asimismo, también se han unido a esta programación nuevos y antiguos pacientes oncológicos de la Asociación contra el Cáncer de Cuenca. “Se les da la oportunidad de vivenciar año tras año lo que sería un trabajo de musicoterapia a través de las sesiones”, señala. Sin embargo, el experto asegura que lo ideal es realizar esta terapia de manera más continuada. Todos los beneficios que aporta están destinados a aumentar el bienestar del atendido, así como a reestablecer o mantener las áreas de desarrollo de la persona. Este tratamiento ayuda a mejorar la autoestima, impulsa la motivación, disminuye el estrés, la ansiedad, trabaja el sistema motor, la comunicación, combate las inseguridades y canaliza las emociones. 
“Al final se busca el equilibrio y se trata de acompañar a la persona en todo momento, en lo que necesite, a través de su música, de las canciones o instrumentos que le gustan”. Durante las sesiones “no se impone nada”, destaca Girón. Más bien el profesional se adapta al paciente. 

No solo se dirige a discapacitados o pacientes de cáncer. Las personas con problemas de salud mental, neurotípicas, autistas, con TDAH, con enfermedades raras, los reclusos en centros penitenciarios y los cuidadores  también son objeto de la musicoterapia. Estos tratamientos incluso se utilizan para eliminar el estrés en trabajadores o reducir el miedo escénico en artistas. “No hay límite en realidad. Es simplemente adaptar los objetivos a través de este encuadre”, detalla. 
La falta de arraigo de este método joven en España los lleva a una pérdida de oportunidades, a la confusión e incluso al intrusismo laboral. Girón explica que no es lo mismo tocar música para pacientes que realizar una sesión de este tratamiento. “No se le puede llamar musicoterapia porque ya existe esa disciplina terapéutica que está avalada por estudios científicos”, señala. 
 

“Es una profesión que todavía no está inscrita como tal en el registro de profesionales de trabajo en España. Estamos en esa lucha”

Tampoco cuentan con la categoría de ocupación a nivel nacional. “Es una profesión que todavía no está inscrita como tal en el registro de profesionales de trabajo en España. Estamos en esa lucha”, señala. Es este el motivo por el que se ha creado la Asociación de Musicoterapia de Castilla-La Mancha, con la finalidad de crear una red para vincular a todos los que se dedican a este tipo de tratamiento, informar sobre esta modalidad y conectar con centros e instituciones, así como brindarles servicios si lo solicitan. 

De momento tienen dificultades para acceder a hospitales y centros sanitarios. “No se suele buscar un tratamiento músico-terapéutico”, asegura Girón. “El aval científico que hay hasta ahora no lo ven suficiente como para instaurarlo”, detalla. 

MUSICOTERAPIA EN CUENCA

Hay alrededor de diez expertos titulados en Cuenca. Cuatro están en activo. Gabriela Duyos es uno de ellos. Esta musicoterapeuta es de Madrid y está afincada en La Pesquera. Está licenciada en periodismo y se dedica a la música. Desde 2009 trabaja esta modalidad y está especializada en pacientes con Alzheimer. Duyos ha ejercido en Argentina y en Uruguay, donde el tratamiento está más asentado. “Hay años luz. Tienen licenciatura, están colegiados y hay muchos hospitales públicos con musicoterapeutas en cada planta”, cuenta. Actualmente está a cargo de un grupo de quince personas con esta enfermedad en Minglanilla y de una mujer mexicana asentada en Suiza a la que le da sesiones online. 
 

“Se trata de acompañar a la persona en todo momento, en lo que necesite, a través de su música, de las canciones o instrumentos que le gustan”

Las terapias dirigidas a este tipo de trastorno abordan tres áreas: la cognitiva, la física y la socioemocional. El tratamiento permite mejorar la atención y la concentración de estas personas. A su vez ello estimula la comunicación y el lenguaje. “Siempre una canción te lleva a recuerdos, a personas. Eso para la gente con Alzheimer es muy importante”, explica Duyos. 

A nivel físico la música produce una reacción que es beneficiosa. “Trabajamos con instrumentos de percusión pequeños. Eso estimula mucho a nivel motor”, añade la musicoterapeuta. Los pacientes que acuden a este tipo de terapia viven una interacción que potencia la autoestima. El objetivo es hacer que “se sientan mujeres y hombres creativos que pueden seguir aportando cosas bonitas”, detalla.  

Próximamente, en septiembre, embarcará un proyecto junto a otra profesional del gremio, Blanca Pineda. La iniciativa se desarrollará en La Pesquera y contará con quince personas mayores de 60 años. Rodrigo Ruiz es otro de los profesionales de la provincia. Este profesor de música de Aliaguilla se dedica a la musicoterapia como una actividad complementaria. Ruiz ha realizado en la Escuela Municipal de Música de Iniesta talleres para embarazadas desde el 2017 hasta el 2020. 
 

La musicoterapia también trata a personas con problemas de salud mental, enfermedades raras, autismo y TDAH

El conquense también ha realizado en este municipio sesiones para personas con diversidad funcional y Alzheimer de las asociaciones Cocemfe y Adadi respectivamente. Los pases para estimulación prenatal tienen por objetivo crear o fortalecer el vínculo maternofilial, el control de la respiración, reducir el estrés, la ansiedad y combatir los miedos. “Algunas veces los planteaba en pareja”, comenta. Dependiendo del periodo de gestación, se proponen unos u otros ejercicios desde aquellos que requieren más actividad hasta los que están enfocados en la relajación. Las sesiones también trabajan los miedos de las madres ante el embarazo y la llegada del bebé. 

La terapia beneficia a los bebés. “Ellas están más alegres, menos irritables y se alimentan mejor”, asegura. La musicoterapia también puede ser utilizada para relajar a los recién nacidos a través de canciones. “Es una experiencia gratificante ayudar a la gente con algo que me gusta, con la música”, concluye. 

El tratamiento también se hace a nivel preventivo, casos en los que se refuerza o mejora la expresión, la confianza en uno mismo, la autoestima, la atención, la memoria, la observación y la relajación.  

Paso a paso, esta terapia toma forma y regala salud, una música para los oídos de los pacientes.