El Museo de Arte Abstracto de Cuenca acoge hasta el 24 de marzo una nueva exposición, ‘Max Ernst: Historia natural (1929)’, que recoge los treinta y cuatro dibujos reproducidos en fototipia sobre papel que el artista realizó para la serie Histoire naturelle, publicados por Jeanne Bucher en París en un porfolio con prólogo de Jean Arp.
Son ejemplares de lo que Ernst denominaba “surrealismo automatizado”, donde el artista deja que el subconsciente guíe su mano en la creación de la imagen mediante una nueva técnica denominada frottage[frotado], la cual surgió en el verano de 1925 cuando el artista frota con un lápiz una hoja de papel puesta sobre una tabla de parqué en una habitación de hotel en Pornic, cerca de Nantes.
Procedentes de una colección particular, las láminas que conforman la carpeta Histoire naturelleestán pobladas de paisajes enigmáticos y formas que transitan entre lo mineral, lo vegetal y lo animal, un especial conjunto de visiones, fantasías y sueños.
La exposición se completa con una selección de documentos y con la proyección en sala de la película documental Max Ernst – Mein Vagabundieren, meine Unruhe [Max Ernst – Mis vagabundeos, mis inquietudes], dirigida por Peter Schamoni en 1991 con ocasión del centenario del artista y ganadora del premio a la mejor biografía en la décima edición del Festival Internacional de Cine sobre Arte de Montreal.
El catálogo, que acompaña a la muestra, incluye un ensayo del escritor y doctor en Filosofía Georges Sebbag, junto a las traducciones de la introducción de Jean Arp a la primera edición de la carpeta Histoire naturelle en 1926 y del prefacio que Max Ernst escribió para la publicación Histoire naturelle. Dessins inédits [Historia natural. Dibujos inéditos] en 1956.
El pintor, artista gráfico y escultor alemán Max Ernst (Brühl, 1891-París, 1976) está considerado como uno de los principales exponentes del movimiento Dadá y del Surrealismo. En sus inicios como creador, no fue ajeno a las influencias expresionistas, cubistas y futuristas del momento, pero su insaciable afán de saber, así como su gran versatilidad, lo condujeron por un camino de continua búsqueda y de ruptura en el que empleó numerosos materiales y técnicas.