Sergio García García, el artista que ha llenado de murales la localidad de Motilla del Palancar, ha dado un salto al mundo del cómic ilustrando la novela gráfica histórica Orellana en el río de las Amazonas, con texto de Alber Vázquez y editado por Cascaborra.
“Desde pequeño he sido lector de cómic y tenía el gusanillo de dibujar algo en este formato. En 2022, autopubliqué un cómic cortito [El absoluto silencio de la eternidad, una historia de aventuras ambientada en la Primera Guerra Mundial]. A raíz de moverlo por redes sociales, se pusieron en contacto conmigo de una editorial para ver si me interesaba un guion que tenían y quería participar en el proyecto”, recuerda el autor, natural de Ceuta pero afincado en Motilla del Palancar desde hace más de una década.
El guion, que narra el descubrimiento en 1541 del Amazonas liderado por el conquistador español Francisco de Orellana, le interesó, firmaron el contrato en mayo de 2022 y se puso a dibujar, un proceso que se prolongó durante un año y medio. Tras contactar con Alber Vázquez para establecer la dinámica de trabajo y las directrices acerca de los planos y acción de las distintas viñetas, se puso a documentarse concienzudamente sobre todo a nivel gráfico acerca de este acontecimiento histórico, de forma especial en cuestión de escenarios y personajes.
“Desde pequeño he sido lector de cómic y tenía el gusanillo de dibujar algo en este formato"
El muralista, que se dedica profesionalmente a la restauración de bienes culturales, celebra que el cómic va a publicarse también en Francia. “Es todo un hito. El cómic es una industria muy importante en el mercado franco-belga. Ojalá tuviésemos en España ese volumen. Es un formato que llega a todas las edades”, apunta el ilustrador.
La obra forma parte de la colección divulgativa ‘Historia de España en viñetas’ de Cascaborra Ediciones, que va narrando diversos episodios históricos de nuestro país a través de este formato. “Cada tomo tiene autores diferentes, lo que le da mucha diversidad a esta serie”, señala García.
Además de la historia en cómic propiamente dicha, la obra incluye también páginas de contenido extra, que incluyen bocetos de la novela gráfica y ayudan a comprender a los lectores cómo ha sido el proceso de creación del álbum ilustrado.
Un proceso que “ha sido muy gratificante” aunque el responsable de las imágenes reconoce que también ha sido “muy duro”. “Estoy muy contento con el resultado pero he sufrido mucho porque hay que dedicarle mucho tiempo y da muchos quebraderos de cabeza por los plazos de entrega que tienes que cumplir con la editorial”, rememora.
Los dibujos fueron realizados a mano, utilizando para el color la técnica de la acuarela. “Lo digital está en boga últimamente y podríamos decir que la mayor parte de los cómics que se publican en la actualidad están hechos así. Como yo vengo de la pintura y la acuarela es un medio con el que he trabajado mucho y lo conozco bien, decidimos que se haría así. Pero, claro, me ha llevado más tiempo aunque el aspecto final también tiene unas características relevantes”, subraya.
Una vez que las ilustraciones estuvieron listas, fue escaneándolas y ya de forma digital le fue añadiendo los bocadillos con los textos. “La maquetación final ya la hice con este formato”, matiza el autor, diplomado en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Granada, donde también estudió Restauración y Conservación de Bienes Culturales.
En los últimos años y a raíz de la aparición de grafitis vandálicos en fachadas de Motilla del Palancar, García, con el permiso del Ayuntamiento, ha pintado una docena de murales acompañados de pequeñas reflexiones de distintos autores o suyas propias, que son toda una declaración de principios como: ‘La pintura me crea, me destruye pero sobre todo me transforma’.